MULTIPLICAR EL ESPACIO
Natalia Zubizarreta recurre a un acertado juego de estilos en Vizcaya
Amantes del arte, interesados en la decoración y grandes conocedores del mundo de las antigüedades, así son los propietarios de esta magnífica vivienda ubicada en el barrio de Salamanca, de Madrid, y en la que se atesoran obras de arte compradas y seleccionadas con mucho mimo. “Es un placer, y además resulta muy fácil, trabajar con clientes que adoran el arte, que lo entienden y lo disfrutan. Es todo un aprendizaje”, asegura Erico Navazo, el diseñador de interiores responsable del proyecto de arquitectura e interiorismo de este bello piso de 250 m2 abierto al exterior. Ya vivían en este barrio y Erico ya les había hecho el trabajo de decoración de su anterior hogar, así que, cuando decidieron mudarse, apostaron por mejorar la vivienda y no cambiar de
“Se modificó en profundidad la zona de descanso, donde se ha creado una gran suite con dos baños y dos vestidores. También se reformó la cocina y el área de servicio”
Erico Navazo, interiorista
ubicación, y se enamoraron del edificio: “Es una construcción de los años setenta que permitía un renovación total para lograr un espacio confortable adaptado al estilo de vida de sus propietarios, incluso permitía colocar muchos de los muebles de su anterior casa”, comenta Erico.
Se hizo una rehabilitación integral, actualizando las instalaciones y modificando la estructura de los dormitorios (en esta zona se ha diseñado una gran suite con dos baños y sendos vestidores), la cocina y el área de servicio. El resto, la zona más social, se conservó en su estado original (suelos, carpinterías, etc.). Erico apostó por una decoración cálida y atemporal: enteló y empapeló paredes, instaló moqueta en los dormitorios y respetó el suelo de madera original en las otras estancias; se decantó por combinar muebles (del siglo XX, recuperados y otros diseñados por el propio interiorista). “Me encanta el comedor, está conectado a la terraza y es muy agradable; también la mesa de centro de mármol arabesco del salón o el mueble de roble y pergamino de los años treinta o la colección de arte de los propietarios”, cuenta Erico. Y no nos extraña. Es una casa preciosa, hecha para
disfrutar.• recibir y