LA DECO ETERNA
LE CONOCEMOS COMO EL INTERIORISTA DE LO NO PRECONCEBIDO. IMPROVISA, CREA Y ACIERTA. ESTE ES EL MODUS OPERANDI DEL DISEñADOR JOSé ARROYO, UN APASIONADO DE SU PROFESIóN QUE TRIUNFA CON TODOS SUS PROYECTOS
José Arroyo lleva más de veinte años desarrollando proyectos de interiorismo, tanto en el área residencial como en el contract. De él destacamos la atemporalidad y el uso de materiales nobles; dos elementos que definen los trabajos de este interiorista bilbaíno, que encuentra su estilo en la improvisación y en los espacios a desarrollar. Nos hemos acercado a visitarlo para conocerle un poco mejor.
“EL PROPIO ESPACIO ES EL QUE ME GUíA CON SU LUZ, SUS FORMAS, SUS VOLúMENES Y SU ENTORNO”Háblenos sobre las diferencias entre el interiorismo de viviendas y el de ‘contract’. El interiorismo de viviendas exige una mayor dedicación, puesto que hablamos de un espacio privado y una mayor exigencia en cuanto a los acabados. El tiempo que dedicamos a estudiar las partes técnicas y el proyecto en sí, es mucho mayor. Nos metemos en sus casas, en su intimidad, aprendemos a conocerlos, intentamos descubrir cuál sería el hogar perfecto para
ellos. En cuanto al interiorismo en hostelería y espacios contract podemos decir que es más aparente, menos personal, buscamos atraer un tipo de clientela según el estilo de comida y por supuesto de decoración. En un restaurante, de alguna forma, también nos contratan para realizar un sueño y que el proyecto triunfe. Por eso apuestas por una decoración que marque. La parte económica pesa más, por lo que la relación con el precio está muy nivelada. Cuando tengo el privilegio de realizar un restaurante de autor, estos dos mundos se unen y es cuando tengo la oportunidad de realizar mi mejor obra. Cada detalle, cada textura tiene su función y armoniza de forma perfecta en el restaurante. ¿Cree que existe una fuerte tendencia a copiar las ideas de interiorismo que ve en tiendas y restaurantes? Estoy de acuerdo, pero también pienso que no debería existir este comportamiento. Limita la creatividad de verdaderos artistas. Desgraciadamente es algo con lo que convivimos hoy en día; en nosotros está el poder de marcar esa diferencia, en imponernos con nuestro saber hacer. Su firma es reconocible y atemporal. ¿Qué otros adjetivos utilizaría para definirle? Me definiría como alguien improvisado, nunca voy con una idea precisa en mente, necesito ver, tocar, sentir, oler. Todos mis sentidos se desarrollan inexorablemente cuando entro por primera vez en una obra. Necesito impregnarme del lugar completamente para encontrar mi inspiración. Cuando lo hago mi barita de jefe de orquesta se pone en marcha. Es una auténtica melodía, cada golpe de martillo es una delicia para mis oídos, mis ojos… voy creando según voy descubriendo hasta que llego a esa obra perfecta que hace que cada día ame más mi trabajo. Un concepto clave en interiorismo es el factor tiempo. Existen restaurantes que se diseñaron hace 20 años, siguen igual y no pasan de moda. ¿Cree que el tiempo es el mejor juez de un interiorista? ¿Por qué? Considero que cuando algo no pierde calidad, estilo y esencia en el tiempo, significa que es un trabajo bien hecho y ha tenido un estudio oportuno y previo. Los restaurantes que perduran a lo largos de los años han conseguido que el cliente se encuentre como en casa, se han convertido en referencia. Sin lugar a dudas, el ambiente es tan importante como la calidad de los productos. El tiempo no solo es juez, sino también recompensa. ¿Qué proyectos tiene actualmente entre manos? En este momento estamos trabajando con una franquicia de Bakery, un restaurante brasserie en Irún, un café bar en Bilbao, un apartamento en la misma ciudad y la implantación de marca en los diferentes puntos de venta Rodilla.