Una cocina muy ORIGINAL
La mezcla de formas, materiales y acabados definen este proyecto en el que la experimentación y el diseño funcional se adueñan del espacio. Es el sello de identidad de Escenium, que invita a disfrutar de la cocina gracias a una planificación inteligente y
Con el magistral juego de materiales y tecnología al que nos tiene acostumbrados, Escenium nos sorprende esta vez con un espectacular proyecto en el que plasma su particular concepción de la cocina con un diseño exclusivo y muy especial. Un ejercicio hecho arte, en el que el espacio respira al ritmo de la proporción, el equilibrio y la sensación de confort a través de líneas puras y curvas, y una fusión de volúmenes y texturas que hacen de esta cocina una pieza de diseño única.
En ella, la isla actúa como eje central -con la zona de cocción y un pequeño fregadero auxiliar- y se hace con todo el protagonismo por su original silueta, que simula el contorno de una embarcación a través de sus líneas sinuosas en el centro de la estancia. Aquí es donde emerge esbelta, en un fresco blanco que tiñe el resto del mobiliario, contrastando con la rectitud que la rodea, y ocultando en su interior un sofisticado sistema de elevación que descubre un televisor escondido. Y es que en esta cocina no hay detalle que falte: en el techo, unas candilejas perimetrales de leds enmarcan la isla para reforzar su presencia, mientras que una campana encastrada la corona de forma discreta eliminando cualquier obstáculo visual, con la tecnología más puntera y funcional.
FOCOS DE ATENCIÓN
A uno de los lados, Escenium decidió romper con la simetría apostando por un monolito de piedra natural. Un bloque de columnas perfectamente integrado en el ambiente con las suaves aguas de las vetas, blancas y grises, dibujando un profundo e inquietante oleaje sobre el intenso negro del modelo Berbedere. Se trata de una pieza que impacta a la vista, pero que esconde a la vez un espectacular mueble joya con el interior de espejo y cristal, un perfecto punto de apoyo al almacenaje que no renuncia a la belleza y se convierte en una auténtica pieza de arte, muy personal.
Al otro lado, la zona de fregado se compone de un amueblamiento tipo puente que aporta sensación de profundidad y fluidez a la cocina, junto a un acabado en vidrio blanco con frente de espejo en el que lucen en negro algunos electrodomésticos vistos. Una composición lisa, de estética moderna y depurada, en la que desaparecen los tiradores y se prescinde de las líneas ornamentales para crear un todo limpio que facilita el juego decorativo y destaca las piezas más espectaculares de la cocina.
Y es que, además del monolito de piedra natural, la estancia presume de una práctica barra de madera bajo el gran ventanal, a modo de office con asientos de piel, sin interferir en el diálogo abierto que rige el proyecto, bañado de luz y un enfoque muy contemporáneo, para disfrutar de las mejores comidas, día a día, pero también de las ocasiones más especiales con familia y amigos.
Porque las cocinas se han convertido en el corazón del hogar, Escenium las convierte en espacios prácticos y agradables, adaptados a cada vivienda y sus necesidades, con un toque
lujo.• muy distintivo. Puro
LA SIMETRÍA SE ROMPIÓ CON UN MONOLITO DE PIEDRA NATURAL QUE SIRVE LAS VECES DE MUEBLE JOYA