Coysa PRIMEROS
Ningún líder lo es por seguir un camino ya trazado, sino por atreverse a abrir el suyo propio. La compañía familiar especializada en baños y cocinas, que acaba de renovar su ‘showroom’ en la capital, lleva casi sesenta años haciéndolo. Compartimos con el
Mantenerse en el tiempo, yendo siempre con él”, ese es el secreto del éxito de Coysa para Mª Paz Maestro, directora del departamento Jurídico y de Recursos Humanos de la compañía, que en esta ocasión ejerce también de portavoz. Fundada en 1965, Coysa va camino de las seis décadas de historia…
Sí. Nació de la mano de mi padre como una pequeña tienda –con su almacén– de fontanería, aquí, en el mismo sitio donde estamos (en el barrio madrileño de San Blas). Él sigue siendo el capitán, aunque la segunda generación hemos tomado el relevo con la lección bien aprendida: trabajar siempre para mejorar, crecer y posicionarnos como líderes del sector.
¿Cuáles serían los valores que forman la cadena de ADN de la marca? En primer lugar, se trata de una empresa familiar, y el trabajo en equipo es uno de sus rasgos esenciales; luego está la priorización del cliente y sus necesidades; y también la gran profesionalidad de todos y cada uno de los trabajadores que conforman el equipo. Diría que la fórmula Coysa es: esfuerzo + constancia + trabajo en equipo.
En un comienzo, nacéis principalmente como distribuidores de Roca, y con los años habéis llegado a haceros con un importantísimo portfolio que incluye marcas como Laufen, Grohe, Duravit, etc. Siempre hemos tenido un vínculo es
pecial con Roca, que, efectivamente, fue el principio; y a lo largo de estos casi 60 años hemos ido sumando marcas, productos y estilos. Hoy tenemos unas 27.000 referencias vivas. Intentamos trabajar solo con firmas líderes, ya sea en grifería, mamparas, muebles o azulejos, y apostamos fuerte por el talento nacional, reivindicando la tecnología y el diseño españoles, incluso para compañías internacionales. ¿Cómo sería el baño perfecto de nuestros días?
En realidad hay tantos como clientes… pero tiene que ser espacioso, relajante, con una ducha muy potente, mueble con gran capacidad de almacenaje y que facilite el orden, absolutamente eficiente –incluida la iluminación, por supuesto– y tecnologizado. La tendencia más fuerte es a hacerlo todo sencillo. Y también la polivalencia: se trata de un espacio común, familiar, y debe ser, por tanto, muy funcional, pero también íntimo y placentero, ya desde su estética.
Y ya que hablamos de pluralidad de gustos y necesidades, la total personalización ha sido siempre otro de los signos de identidad de Coysa… Es que no hay dos clientes iguales. Por eso, ni este nuevo showroom –de 3.000 m2– ni ninguno de nuestros otros cinco centros trata de que el cliente encuentre directamente lo que busca, sino, por un lado, que le inspiren, y, por otro, que le demuestren que podemos hacer realidad su idea. Y también es muy importante subrayar que no nos limitamos a exponer lo que vendemos, sino que acompañamos al cliente en todas las fases, desde la selección a la instalación.
¿Qué persigue esta puesta al día de vuestra ‘flagship store’?
Hace 23 años que inauguramos este showroom, que, salvo alguna pequeña reforma parcial, estaba igual que el primer día. Entonces era la única exposición de sus características en Madrid, y hoy la hemos puesto al día de la mano del arquitecto Toni Conesa y la interiorista Virginia Albuja: hemos pasado de la exposición pura y dura de producto a crear ambientes para acercarnos al cliente y servirle mejor, inspirándole y realizando su sueño.