Conversamos con Raphael Gielgen, jefe de Investigación y Tendencias de Vitra. Todo un placer
EL TRABAJO DE RAPHAEL GIELGEN, JEFE DE INVESTIGACIÓN Y TENDENCIAS DE VITRA, ES EL DE RECORRER EL MUNDO OBSERVANDO SU DISEÑO –ESPECIALMENTE EN ENTORNOS LABORALES, SU ESPECIALIDAD– PARA PREDECIR EL FUTURO
Se define ante todo como “pragmático”, y describe el objetivo último de su trabajo como jefe de Investigación y Tendencias de Vitra como “tratar de establecer una visión panorámica del diseño”. Por eso Raphael utiliza este símil: “Me compararía con un astronauta mirando a la Tierra desde la Estación Espacial
Internacional: la longevidad es lo que más me impresiona”. Diseñadores y periodistas, académicos y expertos, decimos a menudo que el objetivo último del diseño no es otro que el de mejorar la vida de las personas: hacerla más fácil, práctica, cómoda, bella… ¿Coincides en la identificación de este fin?
Sí, aunque creo que hay un cambio en marcha. Diseñadores, arquitectos, ingenieros… no importa de qué tipo de creador hablemos, ni qué productos o servicios nos ofrezca, sus decisiones están transformando ya el mundo en el que vivimos. El objetivo último del diseño hoy es pensar en el planeta; y, por otra parte, existe un nuevo tipo de consumidor absolutamente consciente de la urgente situación global, que demanda nue
vas líneas de acción por parte de los diseñadores.
He leído que el principal rol que le concedes a una pieza bien hecha es el de “inspirar”. ¿Qué y cómo?
Su papel es como el de los marineros del siglo XV: cuando regresaban de sus largos viajes, traían toda una serie de experiencias que compartir. Las historias de otros mundos siempre han tenido un atractivo muy especial para la gente. Sentirnos parte de ellas, incluso aunque solo sea por un momento, es lo que nos inspira. Cuando hablo de mis viajes y de los protagonistas de una nueva era, siento que inspiro a la gente, porque lo que les cuento hace girar sus vidas. A eso me refiero.
Nunca como hoy había ocupado el diseño una posición tan relevante en debates de la importancia del de la sostenibilidad, la redefinición del urbanismo, la reducción de la brecha de desigualdad social o el trabajo del futuro. ¿Qué puede aportar a ese esfuerzo de repensar nuestro mundo?
Los creadores en general, y los diseñadores en particular, han tomado el control. Lideran al mundo para afrontar los problemas que, en la superficie, parecen irresolubles. Pensemos, por ejemplo, en el movimiento de la arquitectura ecológica, que pone en juego un enfoque consciente de la necesaria conservación de la energía y la ecología en el diseño del entorno construido. Quien siga en adelante las reglas de la naturaleza tendrá éxito, porque la naturaleza combina la funcionalidad y la belleza de una manera perfecta.
¿Qué papel tiene la innovación en el diseño hoy?
La innovación será pronto lo normal. No pensaremos más en preproducir un producto o servicio y evaluarlo, simplemente lo prototiparemos e implementaremos, lo convertiremos en una aplicación o lo venderemos en un plazo determinado de tiempo a mayor o menor escala. Harán falta perspectivas nuevas, claro, para reducir la complejidad y las incertidumbres que puedan surgir en dicho proceso. Se desdibujarán las fronteras entre disciplinas, y éstas se transformarán en
“EL OBJETIVO ÚLTIMO DEL DISEÑO HOY ES PENSAR EN EL PLANETA; POR OTRA PARTE, EXISTE UN NUEVO TIPO DE CONSUMIDOR ABSOLUTAMENTE CONSCIENTE DE LA URGENTE SITUACIÓN QUE DEMANDA NUEVAS LÍNEAS DE ACCIÓN”
En ellas, según Gielgen, será fundamental favorecer la presencia de un “hogar corporativo” donde la comunidad de compañeros de trabajo encuentre los espacios que necesita para generar un sentido de pertenencia muy positivo para la productividad y la satisfacción laboral.
Dos vistas de las instalaciones del centro de
y acelerador empresarial de la zona de Friburgo, cuyos espacios están
amueblados por Vitra.