LOS DE SIEMPRE
LIBERTAD DE MOVIMIENTO. A diferencia de los armarios empotrados, los modelos individuales exentos son más económicos y no pautan tanto la distribución de la habitación, puesto que se pueden mover sin problemas. Eso sí, suelen ocupar más espacio visual. Puedes elegirlo en colores claros y lisos o con puertas en espejo para restar fuerza al volumen.
TODO A LA MADERA. Los armarios fabricados con madera son robustos y resistentes al paso del tiempo. Además de aportar calidez, dan la nota natural al dormitorio y se mimetizan en una gran variedad de estilos; del más colonial, al vintage o el industrial. Fíjate en que tengan certificación FSC o PEFC para asegurarte de su origen sostenible.
JUEGO ESTÉTICO. Además de madera vista, puedes elegir tu armario con puertas lacadas, molduras, frentes tintados, acabados en alto brillo, espejos, rejilla... Puedes escoger entre una gran variedad de propuestas o personalizar el tuyo con vinilos, pintura, telas... Lo más importante es que seas fiel al estilo de tu dormitorio.
APERTURA DE PUERTAS. Que sean abatibles o correderas dependerá del lugar donde vayas a colocar el armario. Debes tener en cuenta que las abatibles necesitan un margen libre de unos 60 centímetros para abrirse con comodidad, mientras que las correderas son perfectas para ahorrar espacio (aunque no permiten ver el contenido entero de un solo vistazo).