Juan Forniés
DIRECTOR TÉCNICO DE GERFLOR
Dependiendo del tipo de vinílico que sea, y la dimensión del espacio que queramos cubrir, podremos instalarlo nosotros mismos o habrá que recurrir a un profesional. Como los vinílicos en rollo requieren de adhesivos y hay que pegarlos sobre el solado, recomendamos la ayuda de un especialista. En cambio, aquellos en rollo con tecnología GTF, sí admiten ser instalados por no profesionales: llevan un reverso textil que permite que se coloque sin problemas sobre un suelo ya existente (azulejos, terrazo, etc), extendiéndose a modo de alfombra y adaptándose a las pequeñas irregularidades del material anterior. Si la habitación en la que se va a instalar tiene más de 25 m2, aconsejamos siempre poner una cinta de doble cara en todo el perímetro de la estancia.
Asimismo, existen los pavimentos vinílicos en formato loseta o lamas. Los hay de tres tipos: autoadhesivos, de instalación tipo clic y autoportantes. El primero de ellos, el autoadhesivo, es preferible que sea colocado por expertos, ya que antes hay que limpiar adecuadamente el suelo existente y tapar sus juntas con una masilla especial. Por el contrario, los de tipo clic son muy sencillos de colocar y cualquiera con un poco de paciencia puede hacerlo. Dichas lamas pueden instalarse sobre cualquier suelo sin ningún tipo de trabajo previo, salvo que éste tenga unas juntas excesivas de más de 4 mm de ancho y más de 1 mm de profundidad. Finalmente, los de instalación autoportante ofrecen las ventajas del sistema clic combinadas con las del autoadhesivo: se instala de forma sencilla gracias a su sistema autoportante e incorpora un autoadhesivo que, al no ser permanente, permite levantar cualquiera de las losetas o lamas sin dañar el suelo existente.