ERRORES COMUNES
QUE DEBERÍAS EVITAR
1. Si bien la luz general ilumina de forma homogénea una habitación, la puntual es capaz de crear ambiente, aporta un extra de calidez y facilita la realización de las tareas. Con un único punto de luz en el centro de la estancia, por tanto, no es suficiente: estarías rodeado de sombras.
2. Antes de adquirir un modelo extragrande, piensa en si los metros y los muebles con los que convivirá van a funcionar juntos. Pese al juego decorativo que da, podría quedar algo desequilibrada. Lo mismo ocurre con las que son demasiado pequeñas: suelen dejar zonas sin iluminar.
3. No por colocar más lámparas lograrás iluminarás mejor. Indudablemente, el secreto está en poner las justas y necesarias en los lugares adecuados: igual de inadecuada es una estancia sobreilumninada como una en la que reina la penumbra.
4. Ya no hay excusa para prescindir de los interruptores regulables. Al adaptar la intensidad de la luz a las necesidades particulares de cada espacio, no sólo mejoran el confort visual y reducen la fatiga ocular: además, evitan el consumo de energía excesivo que implica la iluminación monomodal. Lo notarás en la factura.
5. Si no se coloca una lámpara de techo a la altura adecuada, corremos el peligro de que ésta no ilumine suficiente o no alumbre de forma acertada el espacio que nos interesa. Recuerda, por ejemplo, que tanto en la mesa del comedor como sobre una cama, se aconseja instalarla a 80 cm de altura. Si va a estar justo encima de la mesita de noche (y sustituye a la de sobremesa), a 30-50 cm de ésta.