¿Es el momento para los fondos de inversión de renta fija?
Para muchos inversores principiantes, entender cómo operan los fondos de renta fija supone enfrentarse a una realidad compleja y poco intuitiva. El término «renta fija» puede malinterpretarse, sugiriendo erróneamente que ofrecen una seguridad inamovible en cuanto a la preservación del capital y un rendimiento predecible. Sin embargo, con el paso del tiempo, los ahorradores han comprendido que la realidad es diferente; la renta fija oscila, varía y es posible que presente rendimientos negativos si los tipos de interés aumentan de forma drástica.
El 2022 destacó como un año paradigmático, uno de esos años que se empleará en el futuro como ejemplo de que estar invertidos en renta fija no te salvaguarda de acabar el año con rentabilidades negativas. Se dieron todas las condiciones para que se produjera la tormenta perfecta. La conjunción de una inflación elevada, unos bancos centrales subiendo los tipos de interés de forma acelerada y que el punto de partida fuese unos tipos de interés extraordinariamente bajos contribuyeron a las caídas generalizadas. Los resultados publicados por Inverco reflejan que los fondos de inversión de renta fija euro a largo plazo cayeron dicho año un 8,13 por ciento. A pesar de estas circunstancias o, mejor dicho, justamente gracias a ellas, los nuevos niveles de tipos en los que se sitúa la renta fija han abierto nuevas oportunidades de inversión que se reflejan en que el año 2023 hayan recuperado parte de su caída, obteniendo una rentabilidad media al cierre del 4,91 por ciento. En apenas dos años, hemos pasado de emisiones inferiores al 1 por ciento a que la última emisión del bono español a 10 años se situase en el 3,25 por ciento, presentando rentabilidades mucho más atractivas de las ofrecidas en la última década.
Ante este escenario, surge la pregunta de si es el momento adecuado para invertir en fondos de renta fija. La respuesta es que sí, en el momento actual es un buen tipo de activo donde invertir con unas expectativas de rentabilidad razonables y con un nivel de riesgo moderado. Aunque los depósitos a corto plazo puedan parecer tentadores para muchos inversores, optar exclusivamente por este activo pasa por alto el riesgo de reinversión a largo plazo. Los depósitos, al ser a corto plazo, pronto nos exponen a la incertidumbre de las futuras tasas de interés. En cambio, los fondos de inversión con duraciones mayores contarán con una cartera con rentabilidades a más largo plazo y adicionalmente recogerán al alza en su precio cualquier posible escenario de caída de tipos de interés.
Además, es importante destacar que dentro del universo de los fondos de renta fija podemos encontrar una gran variedad de estrategias y tipos de activos. Por ello, es fundamental contar con conocimientos básicos. Factores como el tipo de activo en el que invierte el fondo, la duración media del mismo, si se trata de emisiones gubernamentales o corporativas, o el nivel de solvencia y calidad crediticia, son parámetros cruciales a considerar. Por esta razón, siempre es recomendable buscar el asesoramiento profesional al tomar decisiones de inversión.
Finalmente, es imprescindible diversificar al construir una cartera, incluyendo no solo activos de renta fija sino también de renta variable.