La Razón (1ª Edición)

Ayuso: las 96 horas en la sala de crisis

La presidenta de la Comunidad de Madrid gestionó el temporal enclaustra­da durante cuatro días en la sede del 112

- POR PABLO GÓMEZ MADRID

«Prepárate que pasamos a buscarte. Vamos a estar todo el día en el 112».

Isabel Díaz Ayuso llamó, a primerísim­a hora del sábado de la semana pasada, a uno de sus más colaborado­res para trasladarl­e este mensaje. El escenario era poco imaginable un año atrás en la agenda de cualquier gobierno: la emergencia meteorológ­ica más severa en varias décadas en mitad de la crisis sanitaria más grave del último siglo. No había dejado de nevar durante toda la noche. Las previsione­s más alarmantes se estaban quedando cortas ante el avance y las dimensione­s de la borrasca «Filomena». La región comenzaba a quedar sepultada bajo una acumulació­n de nieve muy por encima de los 30 centímetro­s pronostica­dos. Comenzó así el primero de los cuatro días en los que la presidenta madrileña permaneció prácticame­nte enclaustra­da en el edificio de la Agencia de Seguridad y Emergencia­s, situado en Pozuelo de Alarcón. Con jornadas de hasta 16 horas de trabajo, de ocho de la mañana hasta la medianoche. «Ha sido agotador», recalcan desde el equipo del consejero de Justicia e Interior, Enrique López.

En la segunda planta se constituyó la bautizada como «la sala de crisis». Un espacio que, como relatan desde el entorno más próximo a Ayuso, resume la «hiperactiv­idad» que ha demostrado el Ejecutivo autonómico en estos días. Centenares de decisiones trascenden­tales se tomaron sobre su mesa: «Debíamos gestionar con celeridad». Y así se hizo. En las primeras horas se logró rescatar a más de mil conductore­s atrapados. Junto a ello, la prioridad en esos momentos iniciales de caos era clara: atender las situacione­s de emergencia, retirar el máximo de nieve posible y garantizar el acceso a los hospitales y los suministro­s. Las reuniones se sucedían y el tamaño ya ingobernab­le de la nevada obligaba a adoptar medidas en todas las consejería­s. La mesa de la sala de crisis convertida de pronto en la del Consejo de Gobierno de la Puerta del Sol. La comunicaci­ón, las llamadas y el cruce de mensajes fueron constantes entre Ayuso y el resto de su Ejecutivo, especialme­nte con López, máximo responsabl­e del deparestre­chos

Con jornadas de hasta 16 horas, Ayuso solo salió para reconocer Madrid en helicópter­o y supervisar una iniciativa solidaria

tamento de Interior; Ángel Garrido, consejero de Transporte­s; Enrique Ruiz Escudero (Sanidad) y Enrique Ossorio (Educación). También hilo directo con el alcalde de la capital, José Luis Martínez-almeida, y otros regidores de la comunidad, e incluso con presidente­s autonómico­s como el extremeño Guillermo Fernández Vara.

El Rey y Sánchez, al teléfono

En la mañana del sábado, el Rey Felipe VI llamó a Ayuso para interesars­e por la situación provocada por el temporal en la región. La llamada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no llegaría hasta la tarde. Ofreció su colaboraci­ón y la jefa del Ejecutivo madrileño le agradeció especialme­nte el papel desempeñad­o por la Unidad Militar de Emergencia­s.

Durante estos días de semi encierro, Ayuso realizó únicamente dos salidas. En primer lugar, para participar en un vuelo a bordo de un helicópter­o del Cuerpo de Bomberos regional junto a Carlos Novillo, director del 112. Desde la altura, los profesiona­les profesiona­les tienen una percepción más clara del alcance de la borrasca, lo que ayuda a su vez a los técnicos a tomar decisiones. Un día más tarde, el lunes, Ayuso sólo abandonó el cuartel general del 112 para acudir a la llamada de la Escuela municipal de Hostelería Santa Eugenia. En una iniciativa solidaria del chef José Andrés y del restaurant­e Qüenco de Pepa, se prepararon en estas cocinas más de 7.000 menús para sanitarios, personal de emergencia­s y vecinos en situación vulnerable del distrito de Villa de Vallecas.

Tras estos dos actos, vuelta a las reuniones, las videconfer­encias, las ruedas de Prensa y las intervenci­ones en televisión y radio para dar cuenta del minuto y resultado de la nevada. Y vuelta a la toma de decisiones. Todas ellas «muy pegadas al terreno», remarcan desde su equipo. Y ponen ejemplos. En uno de los momentos de mayor acumulació­n de nieve, Madrid se quedó sin sal. Y era necesaria la llegada de cargamento­s desde otros puntos de España. –«Presidenta, ha habido un problema y ha quedado bloqueado un camión en Cádiz con decenas de toneladas de sal». –«Llamo yo». Teléfono en mano, Díaz Ayuso se arremangó para solventar la incidencia. Los problemas se sucedían sin parar y había que buscar soluciones. En las primeras horas de la nevada, un AVE procedente de Albacete quedó varado con 300 personas en su interior a merced de la nieve. Los responsabl­es de Metro actuaron con celeridad. Dos trenes de la línea 1 acudieron, vía Atocha, en su rescate.

Y así, durante 96 horas sin descanso. «Centenares de decisiones en apenas cuatro días», insisten los protagonis­tas de la sala de crisis. Fuentes del departamen­to de Interior ponen en valor que las decisiones adoptadas en el rescate de los conductore­s atrapados, en la retirada temprana de la nieve en los accesos y en el aseguramie­nto de los suministro­s médicos, alimentari­os y de electricid­ad y gas evitó que una emergencia meteorológ­ica de

El Rey telefoneó a la presidenta el sábado a mediodía para conocer los daños. La llamada de Sánchez llegó por la tarde

primer orden haya tenido consecuenc­ias fatales, graves o generaliza­das. «La gente respondió muy bien. Apenas tuvieron que ser rescatados 1.600 vehículos en una comunidad con una población cercana a los siete millones de habitantes. La gente siguió en casa y con ello contribuye­ron a que la cosa no fuera a peor», añaden. En paralelo a la gestión, el Gobierno regional situó en primer término el pilar de la comunicaci­ón. En tiempo casi real –como también hizo el ayuntamien­to de la capital– ofreció un balance de las actuacione­s y de los datos que la nevada dejaba a su paso. En esta línea también activó a los consejeros con más peso en la gestión de la crisis para que pudieran intervenir en los medios de comunicaci­ón. A ello se unió la rueda de Prensa vespertina con el balance de la jornada y las prioridade­s aún pendientes por acometer.

La actividad frenética fue transversa­l y todos los departamen­tos fueron protagonis­tas. En materia sanitaria, se garantizó la llegada de los suministro­s médicos a los hospitales, también de las vacunas, que se han seguido suministra­ndo pese al temporal; se facilitaro­n los traslados del personal sanitario; se realizó un envío masivo de mensajes para cancelar 25.000 citas de extraccion­es de sangre; se habilitaro­n teléfonos para urgencias pediátrica­s; se reorganizó reorganizó la actividad asistencia­l; se activó un operativo de donación de sangre en Sol ante el hecho de que hubo que desprogram­ar operacione­s por falta de sangre. En materia educativa, la reacción fue rápida: cierre de colegios, institutos y universida­des. En la gestión de los empleados públicos también, mediante la extensión del teletrabaj­o para todos aquellos funcionari­os no esenciales. En el departamen­to económico, el contacto fue permanente con las principale­s cadenas de alimentaci­ón para conocer su situación a nivel de logística y el estado de sus establecim­ientos y de sus trabajador­es. Medio Ambiente tuvo que dar respuesta a las centenares de incidencia­s por la congelació­n de contadores que provocó el temporal. La Consejería de Vivienda puso especialme­nte el foco en la atención a la situación de excepciona­lidad de la Cañada Real... y así con el resto de departamen­tos del Gobierno. En la toma de esas decisiones jugaron un papel trascenden­tal los responsabl­es del 112: «Son personas muy preparadas, con mucho sentido

común, actúan rápido y, sobre todo con inteligenc­ia», remarcan quienes han vivido desde dentro estos días.

Tres mujeres, en las carreteras

Dentro de esta gestión contra el reloj y contra los elementos, merece un capítulo propio la llevada a cabo por la Consejería de Transporte­s. Por varias razones. En primer lugar, porque Metro, dependient­e de la consejería de Garrido, ha sido el único medio de transporte en mantenerse operativo durante la crisis. Ampliando, además, la actividad habitual del suburbano al albergar, por ejemplo, en cuatro estaciones otros tantos puntos de asistencia del Samur Social y dando cobijo, en la primera noche, a 50 personas que se quedaron atrapadas sin poder volver a dormir a casa. En segundo lugar, por haber afrontado un desafío que deja cifras de récord, como las 3.600 toneladas de sal esparcidas por la red de carreteras regionales en apenas una semana. También en tiempo récord se habilitaro­n corredores básicos con los municipios de la región que habían quedado aislados de la capital. Ya el lunes, se activaron 18 líneas por la mañana, que al final del día eran 75 con capacidad para conectar 55 localidade­s. También este departamen­to realizó actuacione­s allí donde no fue capaz de llegar el Gobierno de Sánchez, como en la limpieza de los accesos de la cárcel de Valdemoro, en donde los funcionari­os habían quedado literalmen­te atrapados. Dentro de este departamen­to también ha funcionado el otro gran punto neurálgico en la gestión de la crisis, además del 112. En pleno distrito financiero, en Azca, se encuentra el Centro de Coordinaci­ón e Informació­n de Carreteras de la Comunidad de Madrid. La sala de máquinas de las vías de titularida­d regional. A cuyo frente han permanecid­o tres mujeres apenas sin dormir durante varias jornadas. La viceconsej­era Chelo Pérez, la directora general Inés Berro y la subdirecto­ra Belén Peña. Fruto de esa gestión, el lunes a primera hora, el 87% de las carreteras de titularida­d autonómica estaban completame­nte transitabl­es.

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COMUNIDAD DE MADRID Ayuso: 96 horas en la sala de crisis por Filomena
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 ?? COMUNIDAD DE MADRID ?? A la izquierda, Díaz Ayuso, en una rueda de Prensa desde la sala de crisis. Sobre estas líneas, la presidenta en el centro neurálgico de la Agencia de Seguridad 112
COMUNIDAD DE MADRID A la izquierda, Díaz Ayuso, en una rueda de Prensa desde la sala de crisis. Sobre estas líneas, la presidenta en el centro neurálgico de la Agencia de Seguridad 112
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COMUNIDAD DE MADRID
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Arriba, la presidenta regional durante el vuelo de reconocimi­ento aéreo de la nevada. Abajo, en su visita a una escuela de hostelería

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