La Razón (1ª Edición)

Un estudio realizado en el Hospital de Albacete es el más leído en el mundo

Un estudio del Hospital de Albacete sobre los efectos neurológic­os del Covid-19, el más leído del mundo

- POR JAVIER RUIZ TOLEDO

«Si Albacete es comparable a Nueva York, lo será solo porque yo soy de Albacete», sonríe Tomás Segura, Jefe de Servicio de Neurología del Hospital de Albacete y profesor de la Universida­d de Castilla-la Mancha. Sin embargo, él bien sabe que ya Azorín en los albores del siglo XX, dijo de la ciudad manchega que era «el Nueva York de la Mancha», al divisarla desde el tren en mitad de la llanura. Se adelantó un siglo el periodista y escritor de la generación del 98 a lo que después ha refrendado su metáfora. Un estudio del Complejo Hospitalar­io de Albacete se ha situado por encima de otro hecho por todo el Consorcio de Hospitales de Nueva York sobre la afección neurológic­a del coronaviru­s. La literatura científica manchega, en el Olimpo académico internacio­nal.

Y es que este albaceteño de poco más de cincuenta años, al frente de su equipo en el hospital de la ciudad manchega, es el responsabl­e de que la publicació­n del grupo ALBACOVID –que así es como han decidido llamarse– haya sido la más consultada por los científico­s de todo el mundo. El neurólogo, atlético y taurino confeso, lo vio claro desde el principio. «Más que yo, fue el equipo que dirijo –explica–. A finales del mes de abril, el Hospital de Albacete contaba con una base de datos de más de mil pacientes con Covid que habían pasado por aquí. Y fue entonces cuando decidimos empezar a publicar nuestro trabajo basado en la observació­n clínica de quienes habían tenido que acudir al hospital».

Ya sabemos que el Covid-19 es un virus que provoca insuficien­cia respirator­ia hasta el punto de desembocar en neumonía bilateral. Lo que no estaba tan claro al principio es que también provocara efectos neurológic­os en los pacientes. Y de esto fue de lo que se dio cuenta enseguida Tomás y su equipo en Albacete. El caso definitivo fue el de una compañera médico, «atendida por una neuróloga de mi equipo que presentaba síntomas encefalopá­ticos evidentes». Estos síntomas, que ya se habían ido apreciando también en otros pacientes, pasaban desde el mero aturdimien­to sin más hasta la soñolencia y, en los casos más graves, estupor o coma.

Fue así como llegaron a comprobar que el 57% de los pacientes ingresados con Covid-19 en el Hospital de Albacete presentaba­n afecciones neurológic­as, desde las más sencillas hasta las más complicada­s. Es decir, el coronaviru­s en su fase más aguda provoca que más de la mitad de las personas que llegan a este estadio, sufran también consecuenc­ias neurológic­as aparte de respirator­ias.

La causa, según Segura, es que la tormenta de citoquinas que suscita el virus en el organismo, junto a la acción directa de este sobre las células endotelial­es del cerebro, logra destruir la barrera defensiva del cerebro, la llamada barrera hematoence­fálica, «con lo que el santuario del cerebro se expone y queda sin su protección natural». La pérdida del gusto y el olfato es solo el más leve síntoma de lo que después puede llegar a ocurrir en el sistema nervioso e incluso en las propias neuronas hasta derivar en lo que se llama «síndrome del cerebro enfermo».

De esta forma, cuenta Segura, ahora se están dando cuenta de otra variante, posiblemen­te también neurológic­a, que aparece en pacientes post-covid. Y es la sensación de fatiga insuperabl­e o de niebla mental que muchos de ellos dicen notar. Una consecuenc­ia, curiosamen­te, que comienza a apreciarse también en aquellos pacientes que no tuvieron que ingresar, es decir, que no alcanzaron gravedad en la fase aguda del Covid-, pero que tiempo después dicen tener estos síntomas en sus visitas al médico. El porqué de esta nueva sintomatol­ogía merece un estudio que aún no se ha realizado, en tanto que los recursos en la actualidad se destinan sobre todo a paliar el colapso sanitario provocado por la enfermedad y que ha hecho que otras patologías hayan quedado desplazada­s. «Pero, sin duda, desde el punto de vista científico es lo que más nos interesa ahora, aunque sabemos que todavía tenemos otras prioridade­s: los pacientes con revisiones demoradas, y la atención hospitalar­ia a esta tercera ola que ya nos invade».

Quiere esto decir que, aunque el coronaviru­s no termine en neumonías bilaterale­s –efecto más grave, sin duda– sí que puede originar otra serie de complicaci­ones neurológic­as en aquellos pacientes que lo han sufrido de manera más leve. (Aviso para jóvenes). Otra de las observacio­nes recogidas en el estudio del grupo Albacovid es cómo reacciona el propio cerebro y organismo al sentirse atacado, mediante la formación de pequeños trombos o coágulos, que son otros de los tantos efectos colaterale­s de la afección.

Sin duda queda mucho por investigar, pero el trabajo del equipo de Tomás Segura demuestra que los profesiona­les españoles ya son referencia mundial en coronaviru­s. Los datos de la Academia Americana de Neurología así lo dicen.

El grupo comenzó a publicar su trabajo científico basado en la observació­n clínica de más de 1000 pacientes covid

Su estudio se sitúa por encima del presentado por el consorcio de Hospitales de Nueva York sobre la afección neurológic­a

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Tomás Segura, (tercero izqda), jefe del servicio de Neurología en el Hospital de Albacete, y su equipo

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