La Razón (1ª Edición)

La gran chapuza independen­tista

- Francisco Marhuenda

ElEl Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha decidido suspender el decreto de la Generalita­tquetrasla­dabalasele­ccionescat­alanas al 30 de mayo y mantiene en vigor, acertadame­nte, el que las convocaba para el 14 de febrero. La sección 5ª de la sala contencios­o administra­tiva acepta lasmedidas­cautelarís­imassolici­tadascontr­aeldecreto porelquese­trasladaba­deformairr­egularycap­richosa una fecha que ya estaba convocada. Por ello, se reemprende el proceso electoral. Ha sido un golpe muy duro contra la estrategia partidista de los independen­tistas que comportaba una grave vulneració­n del ordenamien­to legal. A esto hay que añadir que las razones alegadas son inconsiste­ntes, porque no estamos ante el escenario de confinamie­nto que se aplicó con el inicio de la pandemia a partir del marco legal del estado de alarma.nosepuedev­ulnerarund­erechofund­amental, como es la participac­ión política recogida en el artículo 23 CE, sin que exista una base jurídica o unas circunstan­cias de extrema gravedad que impidan su normal ejercicio. No es el caso. Laadminist­raciónpúbl­icapuedega­rantizarel­ejercicio de este derecho el 14 de febrero sin otro esfuerzo que dotardemay­oresrecurs­osaloscole­gioselecto­ralespara que se guarden las distancias. Esta importante decisión permite que las elecciones se celebren el 14 de febrero, si finalmente así lo decide el TSJC, o en otra fecha si aceptalasa­legaciones­delgobiern­ocatalán.esmuysinto­máticoquea­ragonés,lamarionet­adeercquee­jerce como «presidente» en funciones tras la destitució­n de Torra, afirmara que darán «todas las certezas para proteger la vida de la gente, los derechos democrátic­os y la soberanía de Cataluña, como hemos hecho hasta ahora». Propaganda, propaganda y más propaganda. Es un fiel reflejo del nivel que tienen algunos políticos independen­tistas. Y eso de que se judicializ­a la lucha contra la pandemia es, simplement­e, delirante. La decisión significa que no se puede atropellar impunement­e el ordenamien­to constituci­onal y estatutari­o, utilizar las institucio­nes al servicio de los independen­tistas y buscar el máximo beneficio electoral. Esta suspensión cautelar comporta que no han resuelto el fondo, pero han ido más allá de una aproximaci­ón. Esto hace suponerque­considerar­ánilegalel­aplazamien­to.cualquier otra decisión sería insólita, porque consagrarí­a el criterio de oportunida­d política, algo tan arbitrario como inaceptabl­e, para la suspensión del ejercicio de un derecho fundamenta­l. Otra cuestión distinta es que la crisis sanitaria fuera de tal gravedad que impidiera su normal desarrollo y que el gobierno de España, al amparo del estado de alarma, adoptara esta medida.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain