De «sobraban dosis» a «estoy muy expuesto»: las excusas de los «autovacunados»
Alcaldes y concejales de todo signo han recibido dosis aunque no tengan derecho
La campaña de vacunación está destapando la peor versión de la condición humana. Los criterios establecidos para que las primeras dosis se suministren a los colectivos más vulnerables (ancianos y personal médico de las residencias, grandes dependientes y sanitarios de primera línea, entre otros) se han transgredido por quienes se hacen llamar «servidores públicos» y que deben garantizar que la protección sanitaria se distribuya de forma segura y equitativa entre quienes deben recibirla en primer término. En otros países se debatió sobre la idoneidad de que los responsables políticos e institucionales dieran ejemplo y se vacunaran públicamente como una suerte de campaña para vencer las reticencias que, en algunos casos, se percibían por parte de la población hacia la vacuna. Sin embargo, en España se estableció un calendario estricto con hasta 15 grupos específicos, organizados por orden de prioridad.
Pero estas estipulaciones se han pervertido desde las instituciones por alcaldes, concejales y hasta un consejero de Sanidad de un gobierno autonómico. Una lista de la ignominia que se suma a la de otros centros, ya sean médicos o de mayores, que también han incluido en sus listas de vacunados a ex trabajadores o familiares. Estas situaciones que podrían calificarse de «picaresca» suponen un ejercicio ventajista y de privilegio sobre los que tienen derecho prioritario a recibir la vacuna y todavía no lo han hecho. Siempre bajo el argumento de que «sobraban dosis», para evitar que «se perdieran», y con la incógnita de qué pasará con la segunda dosis: si también tendrán acceso a ella, perpetuando la irregularidad, o se cumplirán las normas y efectivamente esa primera dosis se habrá desperdiciado.
El defenestrado consejero de Salud de Murcia, Manuel Villegas, es el último de una lista de cargos públicos que se va engrosando según pasan los días. Que se haya hecho público son al menos nueve alcaldes –seis socialistas, uno del PP, otro de Jxcat y otro de CDI-- y cuatro concejales –dos del PP, uno del PSOE y otro de Jxcat-los
Ninguno de los responsables públicos inmunizados cumplían los criterios de la campaña de Sanidad
Jxcat-los que ya se han «autovacunado» aunque no sean grupos de riesgo y no tuvieran derecho a ello. En el caso de Villegas, la situación es más grave porque la vacuna se administró irregularmente también a hasta 450 funcionarios, altos cargos de la Consejería y del Servicio Murciano de Salud (SMS) y a su mujer.
El primero en abrir la veda de irresponsables públicos fue el edil de Riudoms (Tarragona), Sergi Pedret, que junto a un concejal del mismo municipio y del mismo partido, JXCAT, se pusieron la vacuna para «aprovecharla». Desde la Generalitat se desmarcaron y criticaron que el comportamiento del alcalde «no es ético». De derecha a izquierda y de Cataluña a la Comunidad Valenciana. También los alcaldes de El Verger, Ximo Coll, y de Els Poblets, Carolina Vives, ambos socialistas y unidos en matrimonio, fueron vacunados, vacunados, atendiendo la llamada del centro de salud de su zona. «Me llamaron del consultorio y me explicaron que había sanitarios que no deseaban o no podían recibir la vacuna, por lo que nos llamaron a nosotros y allí acudimos con la Policía Local y la Guardia Civil», destacó Coll. El alcalde de El Verger confirmó que el jefe de la Policía Local del pequeño municipio que les escoltó también recibió la vacuna.
En residencias de ancianos
Sin salir de esta comunidad, en Rafelbunyol (Valencia), el alcalde socialista Fran López, recibió la dosis el primer día que se comenzó a vacunar, cuando acudió a una residencia de ancianos donde se había iniciado la campaña. La excusa en este caso es que buscaba trasladar «una sensación de confianza, tranquilidad y seguridad a la ciudadanía», aunque no se hiciera público. El PSOE ya ha abierto expedientes a los regidores valencianos. También la alcaldesa socialista de Torrecampo (Córdoba), Francisca Alamillo, se administró la primera dosis de la vacuna en el entorno de una residencia de la que es presidenta. En un principio rechazó hacerlo, a pesar de estar dentro de la lista registrada, pero aceptó posteriormente porque «sobraban dos dosis». A todos ellos se suman el edil de Sanidad de Orihuela (Alicante), José Galiano, que confirmó que se había vacunado en una residencia de la localidad porque «sobraron dos o tres dosis y se iban a desechar». «Estoy todo el día expuesto y en contacto directo con mucha gente por ser concejal de Sanidad», arguyó.
Asimismo, el alcalde de La Nucía (Alicante), Bernabé Cano, y el concejal de Sanidad de la localidad, Manuel Alcalá, ambos del PP, también se han vacunado contra la Covid-19 en los últimos días. Desde el PP provincial se intentó justificar este hecho en que «se debe a motivos sanitarios», ya que «ambos son personal de salud», y defendieron que estaban «lejos» del «gesto insolidario» que «se ha visto por parte de otros alcaldes». Por su parte, los regidores de los municipios cordobeses de Alcaracejos, José Luis Cabrera (PSOE), y de El Guijo, Jesús Fernández, de Ciudadanos Demócratas e Independientes (CDEI), reconocieron haber recibido también la primera dosis. Y la última en sumarse a esta lista fue la alcaldesa de Molina de Segura (PSOE), Esther Clavero, que se excusó en su condición de «paciente oncológica de alta exposición» para justificarse.