LOS MÉDICI DEL SIGLO XXI VIENEN DEL «K-POP»
«Kim donó 100 millones de wones para ayudar en la labor educativa del museo»
DesdeDesde el henchido desprecio de nuestra perspectiva occidental, que lo fulmina con gatillo fácil y lo manda a la morgue de las ideas preconcebidas y erróneas sobre la parte más pudiente de Asia, pocas veces se hace justicia al fenómeno del «K-pop» (abreviación común del pop coreano como género musical). Más allá de las alegrías que le ha dado a Corea del Sur en su vertiente más colonizadora y diplomática, estrechando la distancia cultural que marca el Pacífico a un lado y la Gran Estepa al otro, este movimiento de masas ha conseguido trascender lo meramente artístico y se ha establecido como una industria sólida. No en vano, hace poco se anunciaba que su grupo más popular, los archiconocidos BTS, se habían hecho tan grandes a nivel económico que habían decidido salir a bolsa. RM, uno de sus integrantes más célebres y encargado del rap del grupo que componen hasta siete jóvenes, recibió esta semana (para sorpresa de la industria cultural de la península) el honor de ser nombrado «Benefactor del año» del Museo Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Seúl, de titularidad pública. Rap Monster, antiguo pseudónimo en el escenario de Nam-joon Kim, donó en 2020 un total de 100 millones de wones surcoreanos, lo que equivaldría a más de 75.000 euros. Su dinero, según las cuentas de la pinacoteca, se destinó a la labor educativa de la misma, haciendo posible la impresión de libros de texto que acercan el arte a los más jóvenes.
La faceta como mecenas del rapero, que solía decorar sus redes con posados en el Metropolitano de Nueva York o en la National Gallery londinense antes de la pandemia, no es una novedad para sus fans pero sí la cantidad de dinero invertido en apoyar el arte moderno, hecho que no había trascendido a los medios hasta que el propio museo lo hizo público: «Nos congratula que siga habiendo patrones en medio de una crisis que nos ha afectado de manera tan directa», explicó el presidente del Consejo de las Artes de Corea, Park Jongkwan, en un evento que se retransmitió por internet y que, cómo no, despertó el interés de los más de 36 millones de seguidores que tiene la banda en redes como Instagram. Kim, que no ha hecho ninguna declaración pública más allá de la aceptación, es el arquetipo de una nueva generación de mecenas que, bebiendo de la tradición de los Médici, no quiere encajar en los estereotipos desinformados que el mundo tiene para ellos. Los tiempos del absurdo acopio de arte por parte de celebridades mal aconsejadas parecen haber llegado a su fin y se impone la conservación. Así se entiende su pulsión por acercar el vídeo-arte a las canciones del grupo y su colaboración con galerías de prestigio como Serpentine, en Londres, con la que han llevado a cabo varios eventos benéficos.