España no echa de menos a Nadal... por ahora
Rafa se reservó en la jornada inaugural de la Copa ATP por molestias en la espalda. Si no hay complicaciones estará ante Grecia. El equipo firmó un pleno de victorias ante Australia
Pepe Vendrell, el capitán del equipo español en la Copa ATP, se encontró en la primera jornada del torneo con un ayudante de excepción en el banquillo. Unas molestias en la parte baja de la espalda aconsejaron que Nadal renunciase al duelo con los anfitriones. No era cuestión de forzar tratándose de la primera jornada y sobre todo estando a menos de una semana para el arranque del primer Grand Slam de la temporada. Las molestias no deben ir más allá y los planes del entorno de Rafa y del equipo son que el número uno español esté mañana ante Grecia para medirse a Tsitsipas. La baja del ganador de 20 Grandes no impidió que España firmase un meritorio pleno de victorias en la primera jornada. Carreño fue muy superior a Millman; Bautista fue de menos a más ante De Miñaur y el doble Carreño/granollers redondeó un arranque intachable.
Rafa jugó el pasado viernes un partido de exhibición en la «lujosa» burbuja de Adelaida ante Dominic Thiem. Ganó y luego se desplazó a Melbourne. Tuvo un par de sesiones de entrenamiento ante Marc López y Matteo Berrettini, el verdugo ayer de Thiem. Y después de ensayar con el número uno italiano comenzaron las molestias en la parte inferior de la espalda. Hasta la mañana de ayer no estuvo claro si Rafa iba a estar dispuesto a jugar o no. La cautela llevó a Bautista a ocupar el número uno y permitió la entrada de Carreño. «Somos un equipo lo bastante potente como para pelear por lo máximo, aunque no esté Rafa», aseguró el asturiano tras liquidar en dos sets a Millman. Los planes del equipo incluyen la presencia de Rafa en la jornada decisiva de mañana ante los griegos.
El comienzo del torneo sirvió para confirmar el éxito de la burbuja australiana a nivel estatal. «Es un ejemplo cómo han gestionado el tema de la pandemia en este país. Esto en lugares como
España o Francia es impensable», comentó Rafa antes de reencontrarse con el público, aunque fuera sentado en el banquillo. Y es que España jugó en la central del Open de Australia, la Rod Laver Arena. Con una capacidad para 14.820 espectadores estaba permitido el acceso de un 25 por ciento de aficionados y algo menos de 4.000 presenciaron en directo y sin mascarillas la derrota de los chicos de Lleyton Hewitt.
Carreño dominó en todo momento la situación. Su juego no ofreció fisuras y no dejó tranquilo a Millman. Ganó con autoridad (6-2 y 6-4). El sólido arranque lo ratificó Roberto Bautista. Su último partido oficial fue a mediados de octubre en las semifinales de Colonia. Tres meses y medio sin competir y el ritmo frenético con el que empezó De Miñaur provocaron una avalancha del australiano. Llegó a situarse con 5-1 y ahí empezó a reengancharse Bautista. Se ancló en el fondo de la pista y se convirtió en el muro que le ha llevó a colarse en el «top 10». Rafa le animó en castellano, catalán y mallorquín. Roberto respondió a los «molt bé, molt bé» de Nadal con una remontada, para el 4-6, 6-4 y 6-4 final.