«FACT CHECKING»
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sostiene que España ya ha dado muchas ayudas a la economía
«Los sectores más afectados han tenido un gran apoyo de este Gobierno. Estamos hablando de más de 62.000 millones para el tejido productivo para minimizar los efectos de la covid. Solo en los ERTE, el Estado ha invertido 40.000 millones hasta el 31 de mayo para evitar los despidos masivos».
Un documento del BCE sitúa a España como el país que menos gasto realizó para paliar económicamente la pandemia. Usando los datos suministrados por los países a la Comisión Europea, apunta que España gastó el año pasado en estímulos fiscales un 1,3% del PIB. Se trata del porcentaje más bajo de la zona euro. Economía rebate este cálculo y eleva la factura al 5,5%.
Desde que PSOE y Unidas Podemos presentaron su propuesta para reformar y aligerar las mayorías necesarias para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la Comisión Europea ha seguido la situación con preocupación.
España ha retrocedido seis puestos en el Índice de Calidad Democrática desde que PSOE y Unidas Podemos gobiernan. Así lo refleja el informe «Democracy Index» que el semanario británico «The Economist» acaba de publicar. En enero de 2020, justo cuando el Gobierno de coalición echaba a andar, el país aparecía en la 16º posición con una puntuación de 8,29; ahora es de 8,12 puntos y baja al puesto 22º.
Así lo afirma el Michael Head, catedrático de la Universidad de Southampton, para explicar la mala situación del sistema de salud público luso.
Señala el especialista británico que las infecciones de carácter intrahospitalarias en Portugal tienen una incidencia mucho mayor que en los centros sanitarios de otros países del entorno.
La propia ministra de Sanidad de Portugal, Marta Temido, reconoce que el principal problema en la lucha contra la tercera ola de la pandemia no es la falta de camas, sino la gestión de los recursos humanos. Más de 23.000 médicos del servicio de sdalud pública se han contagiado por el coronavirus, lo que supone el 50 por ciento de la plantilla. Lo mismo sucede con los enfermeros.