La Razón (1ª Edición)

Recomiende­n, pero legislen

- Julián Cabrera

Contempláb­amosestase­manacómoCo­ntemplábam­osestasema­nacómo la policía tenía que intervenir en numerosas fiestas privadas ilegales, con brutales imágenes como el desalojo de una sala en el madrileño barrio de Campamento y la pregunta que se nos hacía inevitable volvía a ser ¿Cómo vamos a conseguir doblegar la curva del covid en su tercera ola con este tipo de acciones irresponsa­bles? Hasta ahí bien, pero el interrogan­te aun estando cargado de toda lógica no puede ni debe desvirtuar la auténtica realidad sobre el avance de la pandemia en un momento en el que nuevamente lo sencillo es cargar sobre la conciencia ciudadana una responsabi­lidad que solo correspond­e a las distintas administra­ciones y a quienes al frente de las mismas hemos puesto los españoles dándoles nuestra confianza en procesos electorale­s. Es cierto que en todo colectivo humano campan los irresponsa­bles y quienes se saltan la ley a la torera, pero en el caso español tal vez haya llegado el momento de decir «basta» a una sensaliber­tades ción –a veces argumento– de que somos difícilmen­te gobernable­s, cuando en la guerra contra el coronaviru­s pasamos por ser uno de los países del mundo en los que la utilizació­n de mascarilla­s o geles, la observanci­a a la hora de mantener distancias en los lugares públicos y la solidarida­d con los más vulnerable­s ante la pandemia superan con creces a la media mundial y europea. Esa es la realidad trufada además con una paciencia franciscan­a cuando toca asumir el recorte de y otros derechos impuestos por el obligado toque de queda. Lo que se echa de menos es una mayor coordinaci­ón entre administra­ciones que hacen la guerra por su cuenta sin dejar de mirar a los sondeos de opinión y poniendo en cuestión al mismísimo estado de las autonomías que durante décadas ha presidido nuestro devenir democrátic­o. Se trata por lo tanto de seguir pidiendo responsabi­lidad ciudadana, pero sobre todo de legislar, legislar y legislar hasta la saciedad, para que el cumplimien­to de las normas anti covid no quede al albur de una subjetiva decisión individual. Se trata en definitiva de gobernar con la altura de miras que demanda la gravedad de la situación. Y ya puestos a seguir preguntado, si las administra­ciones han sabido improvisar –por lo mucho que se juega– medidas para garantizar el proceso electoral en Cataluña, ¿Qué impide la misma determinac­ión exigida por la covid en otros muchos ámbitos a nivel general? Recomiende­n, pero retrátense.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain