A los españoles les preocupaba mucho el virus, pero se confiaron
Pese al optimismo de La Moncloa, el verano auguraba lo ocurrido en Navidad
Después de sufrir los efectos de la primera oleada de la pandemia, durante el primer semestre de 2020, con 246.504 contagios registrados a fecha 21 de junio, cuando se levanta declaración del Estado de Alarma, tuvimos unas semanas relativamente tranquilas, incluso, durante el mes de julio los contagios fueron 38.863, por debajo de la media de los primeros meses del año. Sin embargo, y aunque la mayoría de la opinión pública no fuera consciente, el mes de agosto trajo consigo el caos, se contabilizaron 182.451 contagios. Significaba que en un sólo mes habíamos sufrido el equivalente al 73.9 por ciento de todas las infecciones producidas en la primera oleada.
Pero septiembre nos guardaba una sorpresa aún peor: la cifra se disparó a 307.634 contagiados, superando ampliamente a agosto. Más de medio millón de españoles contrajo el coronavirus en los meses de julio, agosto y septiembre, concretamente 528.948, cantidad que multiplicaba por dos los infectados de la primera oleada. Por lo que la desescalada que se implementó entre los meses de mayo y junio, fue un rotundo fracaso. La llegada de octubre aún nos hunde más en la catástrofe sanitaria puesto que durante este mes se pulveriza un nuevo record de contagiados; 407.071, elevándose el total nacional a 1,2 millones, con lo que el acumulado fue de 939.174 infectados, sólo desde el fin del estado de alarma de marzo de ese mismo año. Desbordado por los acontecimientos, y sin una estrategia, se declara el segundo estado de alarma desde 25 de octubre. Sin duda debido a las medidas más restrictivas tomadas por las distintas comunidades autónomas, se detecta un cambio en la evolución de la pandemia y se comienza a contener la propagación del virus, ya que por primera vez desde junio, el crecimiento de los casos de infección con respecto al mes anterior es más moderado. De hecho, noviembre nos deja 468.766 enfermos más de coronavirus, que aunque representan 61.695 casos más que en octubre, este crecimiento sólo supone dos terceras partes de los que se produjeron entre septiembre y octubre. Los datos del mes de diciembre confirman por fin que la epidemia estaba en un proceso de descenso. El número de infectados este mes es de 273.821, el más bajo desde el mes de agosto. Las limitaciones tomadas el 25 de octubre van lentamente doblegando la curva. Por lo que la segunda oleada comienza a flojear. Pero la Navidad, unido a las noticias de que la segunda ola remite, relaja las medidas de autoprotección de los ciudadanos, así como el celo de las autoridades sanitarias, que trasmiten la idea de que es posible salvar las fiestas navideñas. El resultado es que el primer mes del año nos trae una cantidad de 894.540 infectados, lo que supone la mayor cantidad de contagios registrada en un solo mes desde el inicio de la pandemia. A fecha de 31 de enero eran ya 2.822.805 los españoles infectados por el COVID-19, uno de cada dieciséis. En solo un mes se pasó de 273.821 contagios a 894.540 . El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) viene haciendo un seguimiento de la opinión y estado de ánimo de la ciudadanía, también, con respecto a la situación de la pandemia. En el último publicado, podemos constatar que el 93.5 por ciento de los españoles se muestra preocupado por la evolución de la pandemia. Es significativo que esta encuesta se realizó durante el mes de diciembre, cuando los datos objetivos demostraban que España estaba doblegando la curva de la segunda oleada. Los datos de la encuesta que sigue a esta aparecen en forma de avance en la web del CIS, y sube al 95,0 por ciento el porcentaje de españoles preocupados por el coronavirus. Se trata de un enemigo invisible que nos está ganando la batalla. Todas las medidas para contenerlo han sido inútiles, a diferencia de otros países que sí han podido limitar los efectos del virus. Las autoridades solo confían en la vacunación para derrotarlo. Pero hasta que las campañas de inmunización den resultados, lo cierto es que en el camino habrán caído más de cien mil españoles, el equivalente a las bajas que tuvieron los Estados Unidos en las guerras de Corea y Vietnam. Cuando la tercera oleada comenzó a hacer estragos en el mes de enero, los crecimientos semanales eran de gran magnitud, solo la primera semana se alcanzaron los 152.938 casos. La segunda fueron 224.609; la tercera, 256.931. Mientras España estaba en plena escalada, Italia bajaba de 121.045 casos la primera semana a los 85.536 de la tercera semana. Dos países similares y dos curvas con orientación completamente diferente.