La Razón (1ª Edición)

Los miedos de Putin

- EL ANÁLISIS David R. Marples

¿Puede la condena de tres años y medios a Alexei Navalni [de la que pasará por lo menos 2 años y ocho meses en la cárcel] inflamar la tensión en las calles? ¿está el régimen cometiendo un error estratégic­o?

Creo que es un error. Como mínimo, da pie a pensar que el intento de envenenami­ento que sufrió el opositor ruso este verano fue deliberado. La decisión puede agitar más a los manifestan­tes pro Navalni. Entonces, sí creo que es un error por parte del Kremlin pero no se trata de un error fatal.

Las últimas manifestac­iones han sido las más multitudin­arias de estas dos décadas en la que Putin ha permanecid­o en el poder. ¿La sombra de la revuelta de Minsk planea sobre Moscú?

Los métodos y la brutalidad utilizadas por la fuerzas de seguridad rusas y las bielorrusa­s son notablemen­te similares: violencia bruta y desquiciad­a que se manifiesta en una fórma muy plástica de blanco y negro. Un régimen malvado contra los manifestan­tes a favor de la democracia. Después cada realidad es compleja y tiene matices, aunque ha habido similitude­s en las dos formas de protesta desde hace algún tiempo. Los manifestan­tes de Khabarovsk expresaron su solidarida­d con los de Minsk, y Putin ahora copia la respuesta de Lukashenko contra las concentrac­iones. A corto plazo, funciona, pero a la larga aleja a los regímenes de las sociedades a las que pretenden dirigir.

¿Tras el envenenami­ento de este verano y su encarcelam­iento de esta semana, Navalni es ahora más conocido que antes entre los rusos? Navalni es audaz. En el pasado, sus videoblogs tuvieron una audiencia masiva, pero, sin embargo, no dieron lugar a cambios importante­s. Sus denuncias suponen un desafío al poder establecid­o porque exponen las fallas del régimen de una manera muy directa, es decir, son una vergüenza para el Kremlin porque socavan la percepción anterior de un liderazgo muy popular.

¿Hasta dónde puede llegar el nive de descontent­o dentro de la sociedad rusa con las dos décadas ininterrum­pidas de putinismo? ¿Puede producirse algún cambio significat­ivo?

Creo que el descontent­o es bastante amplio pero no presenta la amenaza de un cambio de régimen. El movimiento está dirigido por jóvenes e intelectua­les de mediana edad, pero el Gobierno ruso controla las calles, al igual que en Bielorrusi­a. Para las perspectiv­as de cambio, el movimiento de Navalni tendría que acoger a los trabajador­es industrial­es, como lo hizo a fines de la década de 1980 con la huelga de los mineros del carbón y otras convocator­ias, es decir, huelgas a gran escala

El encarcelam­iento de Alexei Navalni sugiere que el envenenami­ento [con el agente Novichok] fue deliberado

Sus denuncias suponen un desafío al poder porque exponen los fallos del régimen de forma muy directa

que paralicen la economía. Este tipo de protestas que amenazan la superviven­cia de la economía son las más potentes. De todos modos, las autoridade­s rusas deberían actuar con cuidado y ofrecer alguna forma de conciliaci­ón. La liberación de Navalni sería la más obvia, siempre que no se perciba como un signo de debilidad para el Kremlin. Creo que esta debilidad es su principal miedo. El presidente ruso necesita la ilusión de legitimida­d y la fuerza. Es así como el ex agente del KBG ha fundado su presidenci­a desde que llegó al poder en el año 2000.

es profesor distinguid­o del departamen­to de Historia y Clásicos de la Universida­d de Alberta, Canadá.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain