La Razón (1ª Edición)

«Nunca me atreví a preguntar lo que era un pedo vaginal»

Su sueño, dice, es ser una gran actriz. Como si no lo fuera ya... Su papel más difícil: el de madre

- POR NEMOLATO

SobranSobr­an presentaci­ones porque lo que yo diga, además, no importa y se queda corto. Ella no necesita focos a su persona. Basta una candela: Candela Peña.

–¿Hierro es un estado de ánimo?

–Hierro es una serie de Movistar que estrena su segunda temporada el 19 de febrero. Y Hierro, es una hermosa isla situada en el Atlántico donde está destinada la Jueza Montes.

–¿Y Gavá una forma de vida?

–Gavá es un pueblo de baix Llobregat, donde casualment­e pasé mi primera infancia.

–Su amiga y directora Isabel Coixet dijo en esta misma página: «Yo siempre he sido inadecuada». ¿Suscribe este mantra?

–Tengo mis propios mantras.

–¿Qué prefiere: un silencio interminab­le o una conversaci­ón que no se agota?

–Conversaci­ón con contenido, con interés, o si no prefiero el silencio.

–¿Las cosas que uno se calla son las verdaderam­ente importante­s?

–Lo importante es que a la gente que da su opinión no se la tache de problemáti­ca. Simplement­e es gente que da su opinión.

–No me diga que guarda todos sus Goya… O ¿acaso los tunnea?

–Uno lo regalé. Otro tiene puestas las pestañas postizas que llevaba el día que me lo dieron y el otro lo metimos en un lavavajill­as en casa de la directora de fotografía Juana Jiménez y se despegó de la peana.

–Amanda Gris, mientras se apretaba un tintorro, decía: «Excepto beber, qué dificil me resulta todo». ¿Se apunta al plan con unos torreznos?

–No soy gran bebedora. Un vino, el viernes; otro, el sábado, y poco más... Siempre me asustaron las dependenci­as y las adicciones. Pero sí comparto cierta dificultad vital en muchas ocasiones y en varios ámbitos.

–¿Lo suyo fue una confesión del rollo «mamá quero ser artista» o la sorpresa hubiera sido «mamá quiero opositar a notarías»?

–Soy la hija de los dueños del bar pegado pared con pared con el único cine de mi pueblo. En mi casa no había televisión. Solo he visto cine. Sesiones continuas en el CINEMA MARAGALL, con estas letras en un luminoso enorme sobre la puerta de la fachada, era de luces verdes y rojas que se alternaban, pero de una luz tenue. Yo diría que era de luz triste. –¿Siempre quiso ser una estrella o ha sido famoso a su pesar?

–Siempre quise ser lo que veía en ese cine. Quise ser todas. Desde Angie Dickinson en «Vestida para matar», hasta Elizabeth Taylor en «De repente, el último verano» o Geraldine Chaplin en «Ana y los lobos». Actriz como la que un día soñé ser… Ser todas. A mí esas historias me salvaron la vida y me ayudaron a creer.

–¿Hubo algún momento en que dijo: oiga, paso de todo y pongo una mercería?

–Jamás. Amo mi oficio. Entre acción acción y corten. Ése es el único momento en el que estoy donde tengo que estar. Soy ACTRIZ.

–Cuando una es actriz, ¿cuesta que la crean o siempre dudan de si está actuando?

–Me ocupo de mis confusione­s, no de las de los otros.

–Confiéseme que a veces interpreta para conseguir lo que quiere…

–Soy muy mala actriz para la vida.

–El papel más difícil de su vida.

–La maternidad

–¿Y cuál se muere por interpreta­r y nadie le ofrece?

–Me lo voy a ofrecer yo misma en «Puerto y Camino», la serie que he escrito para poder bailar con Pilar Castro.

–¿Cuál es la mayor estupidez que se ha dicho de usted y no le apetece desmentir?

–Demasiada estupidez la mía como para acordarme de otro tanto.

–¿Qué quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevió a preguntar?

–Los pedos vaginales, por ejemplo. No entiendo cómo nadie te lo cuenta antes de que suceda ese extraño acontecimi­ento absolutame­nte difícil de afrontar.

–¿Qué es lo que más le chifla y lo que más le amuerma del amor?

–Hablar de amor me da pudor, lo siento.

–Ese plato por el que se enamoraría perdidamen­te de quien lo cocinara…

–No consigo llegar al enamoramie­nto por una vianda… Pero que te cocinen lo considero un gran placer. Soy hija de cocinera y valoro infinito el oficio.

–¿Qué espera siempre y qué siempre le decepciona?

–No espero nada. Cuando llego al río, cruzo el puente. Pero sí sueño con ser una gran actriz.

–¿Qué dijo que nunca haría y ahora repite sin cesar?

–El dicho «Donde dije digo digo Diego» lo inventé yo. Quiero evoluciona­r y equivocarm­e, no quiero mirar atrás y ver un catálogo de Ikea.

–Dicen que si uno quiere dedicarse al porno, hay que empezar por el nombre artístico y que el mejor se consigue uniendo el nombre de su mascota con el de su calle, ¿cuál sería el suyo?

–JUCA, la gata blanca presenta: «Vigila mis garras».

 ?? VALERO RIOJA ??
VALERO RIOJA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain