Merkel teme las nuevas cepas
La canciller aboga por extender el cierre de la vida pública hasta marzo. Los «Länder» reabrirán los colegios la próxima semana de forma gradual
Angela Merkel podría decidir hoy prolongar hasta principios de marzo las restricciones actuales por la covid-19 en las que está sumida Alemania y que implican el cierre de la vida pública. Según informó ayer el informativo Tagesschau de la televisión pública y la revista «Der Spiegel», ésta sería la propuesta con la que la canciller irá hoy a una nueva reunión con los líderes regionales, de los que depende la implementación de estas medidas. Desde la perspectiva del Gobierno federal y los líderes estatales, todavía es demasiado pronto para relajar las medidas y de ahí que se pueda imponer una nueva prórroga de las restricciones vigentes, ante el temor a la propagación de las nuevas variantes de la covid-19 detectadas ya en Alemania.
No obstante, el Gobierno alemán esta coordinado de forma conjunta con los diferentes Estados federados los pasos de apertura para las próximas semanas y que incluirían un regreso gradual a la actividad escolar presencial. Algunos «Länder» como Baja Sajonia, Schleswig-holstein o Turingia ya habrían presentado sus propuestas para formar un concepto sobre la vuelta a una aparente normalidad.
El primer ministro de Turingia, Bodo Ramelow, señaló que el concepto de su Estado coincide en gran medida con los planes del grupo parlamentario de la CDU, el partido de la canciller. También se recibieron sugerencias de empresas. El plan contará con el apoyo de todos los que han tenido que hacer sacrificios y aceptar restricciones o quedaron paralizados durante la pandemia.
Asimismo, los ministros de Educación y Cultura de los Estados federados son partidarios de una reapertura gradual de las escuelas en Alemania a partir de la próxima semana si las cifras de infecciones continúan bajando. «Hay que limitar las consecuencias negativas del cierre de escuelas para la vida educativa y la participación social de niños y jóvenes», señala un documento dado a conocer ayer y proveniente de una reunión virtual de la Conferencia Permanente de ministros de Educación y Cultura del lunes por la noche.
Desde noviembre está cerrada la restauración, el ocio y el conjunto de la vida cultural. A este cierre se sumó en diciembre el del comercio no esencial y de la actividad escolar presencial. Inicialmente, estas medidas iban a mantenerse hasta principios de enero, pero en sucesivas reuniones de Merkel con los líderes regionales se optó por prorrogarlas hasta el 14 de febrero.
Las anteriores prórrogas, pactadas entre finales de diciembre y principios de enero, se consensuaron coincidiendo con picos de contagios y fallecidos. Desde hace quince días, en cambio, se observa un descenso continuado de nuevos casos. La mayoría de los expertos alerta, sin embargo, de que ésta es una situación engañosa por las mutaciones.
La incidencia acumulada en siete días cayó ayer por primera vez en tres meses por debajo de los 75 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes, hasta situarse en los 72,8, según el Instituto Robert Koch de virología. El pico de la incidencia semanal a escala nacional se dio el 22 de diciembre con 197,6 nuevas infecciones.
El objetivo del Gobierno alemán es bajar la incidencia por debajo de 50 de forma sostenible, nivel que considera necesario para poder volver a rastrear todas las cadenas de contagios. Las autoridades sanitarias notificaron en las últimas horas 3.379 nuevos contagios y 481 víctimas mortales. El máximo de positivos se registró el 18 de diciembre, con 33.777 nuevas infecciones en un día, y el de muertos, el 14 de enero, con 1.244.