«Don Juan Carlos estaba poseído por la enfermedad del poder»
En su libro «Felipe VI, un Rey en la adversidad» desvela que la salida del emérito se pactó entre Zarzuela y Moncloa
HanHan sido 5 meses y más de 31 entrevistas las que ha necesitado el escritor y periodista José Antonio Zarzalejos para escribir «Felipe VI, un Rey en la adversidad» (Planeta) en la que se ofrece un relato –poco menos que desde la sala de máquinas de Zarzuela– sobre los seis primeros años del turbulento reinado del actual Monarca.
–¿Cuántos diputados sacaría Felipe VI si se presentara a las elecciones?
–(Ríe) No es una hipótesis que me haya planteado en ningún caso. No puedo contestar, sería una banalidad por mi parte. Don Felipe es el único referente en la clase dirigente española que transmite una impresión de seriedad, rigor y respeto a los ciudadanos tal que ningún otro dirigente se le puede comparar. La figura progresivamente emergente del Rey está agigantando la dimensión de su prestigio.
–Trasciende de las páginas de su libro la necesidad de que el Rey cuente con más medios para realizar su función.
La Jefatura del Estado en España es tiene una estructura de apoyo que es la Casa del Rey, que tiene poca dotación presupuestaria, digan lo que digan los que impugnan los gastos de la Jefatura del Estado. Se necesitarían más medios personales, más medios materiales.
–Me ha sorprendido la crudeza de las críticas a Don Juan Carlos en su libro. El impacto simbólico de que Don Juan Carlos –artífice de la Constitución– muriera fuera de España dejaría dañada irreparablemente a la Corona?
–Bueno, eso es adelantar los acontecimientos. acontecimientos. La expatriación es indefinida pero es mucho decir que sea definitiva. Hay que esperar a que se diluciden las indagaciones prejudiciales. A partir de ahí tendremos un horizonte de como, cuando y donde se repatría. Son hipótesis que están ahí. Se dice que soy muy duro con el Rey Juan Carlos. Lo que son muy duros de digerir son los comportamientos y las conductas personales que conocemos de Don Juan Carlos.
–La extrema izquierda y el independentismo no se apaciguan cuando se hacen concesiones. ¿Qué le hace pensar que si se cobran la cabeza de Don Juan Carlos no van reclamar con mayor intensidad la de Felipe VI?
–El independentismo es insaciable. Naturalmente que se quiere cobrar la cabeza de Felipe VI. No por la Monarquía en sí misma sino porque es la clave de bóveda del sistema constitucional de 1978 y a la apertura de un proceso constituyente. No verlo es de una ingenuidad imperdonable.
–Entonces comprarle el relato a la izquierda de los desmanes de Don Juan Carlos dan al traste con su legado, ¿no supone a la larga certificar una manera de entender España que no tiene lugar para un Jefe de Estado no electo democráticamente?
–Yo creo que no. El Rey Juan Carlos ha estado poseído por la enfermedad del poder. Se creyó acreedor a una cierta impunidad. Se confundió. Perpetró conductas inadecuadas que ya se verá hasta donde llega su responsabilidad y si la hay penal o no. Que no reconozcamos que esto es así, lejos de ayudar a su hijo, lejos de ayudar a consolidar nuestro sistema constitucional, lo carcome.
–Se refiere usted a Don Felipe como un rey nórdico, ¿no es esa una receta clara para el fracaso toda vez que España no es Dinamarca, ni Suecia, ni Noruega?
–Cuando yo me refiero a reyes nórdicos me refiero a esos reyes que han salido que son perfectamente compatibles con fuerzas socialdemócratas, democristianas... con fuerzas política e ideológicamente transversales.
–Pero España ya no es ese país...
–España todavía es ese país. Los dos grandes partidos constitucionalistas están muy por encima de los 230 diputados de un Congreso de 350.
«La expatriación de Don Juan Carlos es indefinida. Decir que es definitiva es mucho decir. Hay que esperar a la Justicia»
«La Casa del Rey necesita más dotación presupuestaria, más medios personales y más medios materiales»
Ahora bien: lo que no te mata te hace mas fuerte. Quiero decir: el ataque que esta sufriendo el rey de independentistas y de la extrema izquierda al Rey le fortalece, no le debilita. Porque es una minoría frente a una mayoría que estamos a favor del régimen constitucional.
–Lo que nos lleva a hablar del PSOE. Me fié del PSOE de Felipe González, me fié del PSOE de Zapatero y me fio del PSOE de Pedro Sánchez en relación a la Corona. Sánchez no quiere tocar la Monarquía. Sabe que el que abre procesos constituyentes es el primero que es víctima de ese proceso constituyente. Pedro Sánchez no lo hará.