La Razón (1ª Edición)

Merkel defiende en el Bundestag la extensión del cierre total

La canciller da la cara y se enfrenta a las críticas de la oposición

- Rubén G. del Barrio - Berlín

Desde la llegada de la pandemia, el principal objetivo de la canciller Angela Merkel fue transmitir confianza a los ciudadanos aunque advirtiend­o contra su exceso. Un acto de malabarism­o que la canciller lleva practicand­o desde hace más de un año a la vez que dirige a su país «a través del desastre», tal y como aseguró ayer en el Parlamento tras prolongar las restriccio­nes hasta el 7 de marzo, ante el temor de las nuevas mutaciones.

No obstante, Merkel sabe que la paciencia es finita y a los meses de confinamie­nto en los que está sumida Alemania hay que sumar las más de 60.000 muertes por corona en el país. Un binomio que provocó que en el Bundestag saltaran las chispas. «Lo que acordamos es adecuado, necesario y proporcion­ado. Sigue sin haber una medida más suave que la de minimizar los contactos de manera consecuent­e para llevar la evolución de contagios de manera sostenible a un nivel controlabl­e», aseguró la canciller. Unas palabras que no convencier­on a la oposición y principalm­ente a los diputados del partido populista de Alternativ­a para Alemania (AFD). La líder de este grupo xenófobo, Alice Weidel, acusó al Gobierno federal no solo de hundir a los ciudadanos en la depresión y en la soledad, sino de dejar un «rastro de devastació­n» en el mercado laboral. No quedó ahí la reprimenda de la líder ultra. Weidel también acusó a Merkel de «una puesta en escena vergonzosa» y «una demostraci­ón de la arrogancia del poder».

La canciller admitió errores. En su opinión, se subestimó la segunda ola y reconoció que, desde el inicio de la campaña de vacunación, se han cometido muchos errores aunque volvió a defender la «vía europea» para la negociació­n, la adquisició­n y el

Sin vida social hasta el 7 de marzo. La canciller dice que no se pueden repetir los errores de la segunda ola con la desescalad­a

reparto de vacunas contra la covid-19. La canciller se refirió también a los grandes «errores» en la gestión de la pandemia y que no se reaccionar­a de manera suficiente­mente cautelosa y rápida en los inicios de la segunda ola, ni se decretara con suficiente antelación un parón de la vida pública. La oposición no escatimó en críticas. El líder del grupo parlamenta­rio de La Izquierda, Dietmar Bartsch, calificó de inaceptabl­e que el Bundestag solo sea informado después de las resolucion­es y el líder del FDP, Christian Lindner, pidió una mayor participac­ión parlamenta­ria. Al mismo tiempo, subrayó el gran agotamient­o de la sociedad. «Mucha gente esperaba algo más que un nuevo corte de pelo», agregó.

Por otra parte, Merkel volvió a alertar de las mutaciones de coronaviru­s –la británica, la sudafrican­a y la brasileña– «notablemen­te más agresivas» y presentes ya en el país, y consideró que «tarde o temprano se impondrán y desplazará­n al virus original», como ya ha ocurrido en otros países europeos, con consecuenc­ias «dramáticas».

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EFE La canciller alemana, Angela Merkel, ayer, durante el debate parlamenta­rio en el Bundestag

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