Los nacionalistas de Kosovo ganan las elecciones
El partido Autodeterminación logra más del 40% tras su campaña contra la corrupción
Una nueva generación de jóvenes kosovares acudió este domingo a las urnas con ganas de cambio. A pesar de que la provincia de mayoría albanesa es el país más joven del viejo continente - después de que su autoproclamada independencia en 2008 haya sido reconocida por un centenar de Estados- y de la baja edad media de sus habitantes (30 años frente a los 44 años de España), los comicios parlamentarios suponen un vuelco en el tablero.
Después de años en los que el poder ha estado monopolizado por los antiguos partidos de la antigua guerrilla secesionista, los sondeos a pie de urna indican el triunfo de Albin Kurti, líder del partido ultranacionalista Autodeterminación (Vetevendosje), que se habría impuesto con un 41,8 por ciento de los votos, según el estudio de Pipos Institute. Por detrás quedarían el Partido Democrático de Kosovo (PDK), con un 16,5 por ciento de votos, seguido de la Liga Democrática de Kosovo (LDK), con un 15,2 por ciento de apoyo.
Albin Kurti, el líder de Autodeterminación, tiene 45 años y en los años noventa lideró las protestas de los estudiantes albanokosovares contra el régimen del entonces presidente autoritario, Slobodan Milosevic.
El joven político ha hecho de la lucha contra la galopante corrupción que vive el país una de sus principales señas de identidad y parece que ha sabido canalizar el descontento causado por la endémica crisis económica, agravada por el coronavirus. Actualmente, el desempleo en el país llega al 30% y esta cifra escala hasta el 50% entre los jóvenes. Además, Kosovo es el único Estado de los Balcanes cuyos ciudadanos no pueden viajar a la Unión Europea sin visado, lo que complica las posibilidades de que los jóvenes puedan buscar un futuro mejor.
La parálisis en las negociaciones con Serbia, que sigue sin reconocer el estatus como país de su antigua provincia, será otro de los grandes retos del nuevo gobierno, aunque la etiqueta de Vetevendosje como partido anti- «establishment» no tranquiliza excesivamente a todas las potencias occidentales.
En realidad, la victoria de Kurti no es nueva porque ya ganó las elecciones en 2019, aunque sólo permaneció como primer ministro 51 días en el cargo después de romperse su coalición de gobierno con los conservadores liderados por Addullah Hoti, el primer ministro saliente.
Muchos vieron en este movimiento los tentáculos de la Casa Blanca. El ex presidente de EEUU, Donald Trump, presionó a Kurti para conseguir un «acuerdo de paz» con Serbia. Después de que Kurti se negara a un pacto de este tipo, el antiguo inquilino de la Casa Blanca consiguió la normalización de las relaciones económicas entre los dos territorios con el beneplácito de Hoti. Un golpe de efecto que dejó a la UE descolocada, ya que además venía aparejado con la apertura por parte de Kosovo de una embajada en la ciudad de Jerusalén.
Los Veintisiete consideran que un paso de este tipo aleja las posibilidades de que Kosovo forme parte del club comunitario, ya que la representación diplomática de la UE está en Tel Aviv. «Kosovo ha identificado su integración en la UE como una prioridad y se espera que actúe en línea con este compromiso (…) no pedimos a Kosovo que haga o deje de hacer cosas, solo decimos que si su aspiración es unirse a la UE, debe cumplir con los criterios», aseguró el portavoz de Exteriores, Peter Stano.