La Razón (1ª Edición)

Un adiós como casi nunca Nadal sufre al mejor Tsitsipas después de ganar dos sets y «regalar» un tie break

- Mariano Ruiz Díez -

Un tie-break para olvidar, «un pelín de chispa» y el mejor Tsitsipas nunca visto terminaron con las opciones de Nadal en los cuartos del Open de Australia. Cuando mejor estaba jugando Rafa, después del recital ante Fognini y dos sets perfectos ante el griego, llegó el adiós a Melbourne. Cinco sets (3-6, 2-6, 7-6, 6-4 y 7-5), más de cuatro horas de combate (4h05) y una derrota en la misma ronda que el año pasado ante Thiem. Tsitsipas se medirá en semifinale­s con Daniil Medvedev. En el otro lado del cuadro, Djokovic examinará a Aslan Karatsev, el ruso procedente de la previa.

La clave de la derrota la apunta el propio Nadal: «La preparació­n no ha sido perfecta y físicament­e me ha faltado un pelín de chispa. Puedo jugar mejor o al menos intentarlo, he estado ahí, pero es que he cometido algunos errores importante­s en el tie break. He fallado un smash cómodo, una derecha, otro smash y ahí se ha complicado el partido...». Y es que los tie-breaks ante los top 10 se han convertido en un lastre para Rafa en el último año. Ha perdido los últimos nueve que ha jugado: Tsitsipas (2), Thiem (5), Djokovic y Medvedev. Y sigue con su explicació­n: «Los dos primeros sets los he jugado bien y él ha estado mucho peor de cómo ha estado después. En el tercero ha dado un salto. Y en el cuarto y el quinto ha sacado muy bien y ha cometido pocos errores. Yo en el quinto no he estado mal, lo que pasa es que he tenido un juego malo con cinco iguales». «Si ganó el tie break, estamos en el hotel y todos tan felices. Me ha faltado algo, no es que haya sido un desastre, pero algo sí me ha faltado. Son cosas que tengo que analizar a nivel táctico. La pista estaba rapidilla, él ha sacado bien, ha golpeado rápido, fuerte, ha cogido las bolas pronto», comenta. En el balance del torneo Rafa trata de ser positivo: «Las cosas no han salido de la manera que esperábamo­s. Me voy mucho más sano de lo que estaba hace unos días y eso para mi también es muy importante. No es ningún drama, la vida continua. Ya veremos cuál es nuestro próximo torneo», asegura sobre un futuro a corto plazo que está abierto. ¿Rotterdam? ¿Doha? ¿Miami? Lo único claro es que, igual que sucedió en 2020, Indian Wells ha vuelto a suspenders­e.

De la peligrosid­ad del griego ya advirtió Francis Roig en la charla con LA RAZÓN la primera semana del torneo. «Si a alguien le puede ir bien este tipo de pista algo más rápida que en la edición anterior es a Tsitsipas», dijo el técnico. El griego confesó que arrancó el partido muy nervioso, sumó sólo cinco juegos en los dos primeros sets y cuando se asomó al abismo decidió ir al límite y se encontró con los tres regalos de Rafa que le dieron el tercer set. Su servicio no falló en el segundo tramo del partido. Cedió una bola de break en la primera manga, dos en la segunda y luego no hubo un solo resquicio con su saque.

La derrota es la segunda que Rafa sufre en una situación así en un Grand Slam. Sólo Fognini hace seis años en el Abierto de Estados Unidos había sido capaz de remontarle un 2-0. El otro precedente fue en 2005 ante Federer en Miami, cuando los Masters 1.000 todavía se decidían a cinco sets. Hay más consecuenc­ias del adiós de Nadal. La derrota supone que Djokovic se haya asegurado el número uno del mundo más allá del 8 de marzo con lo que el serbio superará el número de semanas de Roger Federer (310) al frente de la ATP.

Por si no hubiera sido suficiente con la derrota, Rafa sufrió las secuelas cuando se encontraba dando explicacio­nes en la sala de prensa. El número dos del mundo había respondido a las preguntas en inglés y había comenzado el turno de las cuestiones en castellano. Después de responder a la primera pregunta, torció el gesto, se levantó y salió a toda prisa. ¿La razón? Él mismo lo explicó poco después. «Me habéis preguntado antes si llegaba bien preparado a este torneo y aquí está la respuesta. Se ha demostrado que no. He tenido un tirón y en vez de tirarme al suelo como hice –en septiembre del año 2011– en Nueva York, con todos los memes que se hicieron, he salido pitando. Eso sí me ha dolido bastante más, pero así habré evitado algo», comentó Rafa con ganas de coger un avión y regresar a España cuanto antes.

La preparació­n no ha sido perfecta y físicament­e me ha faltado un pelín de chispa... las cosas no han salido de la manera que esperábamo­s, pero me voy mucho más sano de lo que estaba hace unos días»

Rafael Nadal

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REUTERS Nadal abandona la Rod Laver Arena después de caer ante Tsitsipas

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