El futuro ha llegado
Haaland y Mbappé reclaman los focos ante el ocaso evidente de Cristiano y Messi. Ya se retroalimentan como Leo y CR7
Veinticuatro horas después de la exhibición de Mbappé en el Camp Nou, Haaland desplegó todo su repertorio ante el Sevilla para confirmar que una nueva era ha arrancado en el fútbol mundial. El «hat trick» del francés fue respondido con un doblete y una asistencia del gigante noruego, imitando esa manera de retroalimentarse que ha llevado a Cristiano y Messi a alcanzar límites que parecían imposibles. Leo y CR7 se han repartido once de los últimos doce Balones de Oro, con el paréntesis de Luka Modric en 2018, pero nunca se ha visto tan claro que su reinado está a punto de terminarse. El tiempo pasa para todos, incluso para dos genios como ellos, y la exuberancia física y ambición de los recién llegados hará el resto. Mientras Messi hincaba una vez más la rodilla en Europa y Cristiano no era capaz de sacar a la Juventus de una tarde malísima en Oporto, Erling y Kylian acaparaban todos los focos, sin inmutarse ante la responsabilidad de coger el testigo de dos de los mejores futbolistas de la historia.
Los clubes más grandes hacen números a pesar de la pandemia, convencidos de que el fichaje de uno de estos dos puede convertirte en el dominador de la próxima década. Ambos representan perfectamente el fútbol que poco a poco se va imponiendo, más físico y menos de toque. Lo que domina ahora es el ritmo frenético, el rock duro del Liverpool de Klopp y la apisonadora del Bayern de Hansi Flick. Siempre con permiso de la posesión larga y la presión alta de Guardiola, que va cambiando matices en busca de esa Champions que se le niega desde que dejó Barcelona.
Ahora ganan los equipos potentes, con frescura física y contundentes, y de todo eso Mbappé y Haaland tienen mucho. El último en llegar ha sido el noruego, un auténtico terremoto en la Liga de Campeones. En sólo 13 partidos ha marcado 18 goles, algo que nadie había podido hacer en tan poco tiempo. La media es de un tanto cada 55 minutos, una hazaña que alcanza dimensiones estratosféricas si se tiene en cuenta que Messi necesitó 35 partidos y Cristiano 54 para llegar a ese número de goles, según Mister Chip. Una auténtica burrada, como casi todo lo que hace Haaland, nacido en Leeds porque allí jugaba su padre, Alf Inge, en el año 2000, justo antes de fichar por el City. Su hijo empezó en el Molde, explotó en el Salzburgo, donde hizo ocho goles en sus seis primeros partidos europeos, y de allí lo reclutó el Dortmund ante las dudas de los clubes más grandes del continente.
El Borussia ya sabe que pronto tendrá que desprenderse de su delantero, aunque también tiene claro que su venta le va a cubrir el presupuesto de varias temporadas. Mbappé ya lleva más tiempo en el escaparate y de hecho estuvo entre los nominados al Balón de Oro en 2019, un premio al que va a opositar seriamente para ser el primer galardonado tras la pandemia. En 2020 se canceló el premio, que podría haber sido perfectamente para Lewandowski, el goleador más en forma y con más recorrido de lo que ya empieza a ser la vieja guardia.
Por ahora la relación de Mbappé con Neymar en París es buena, pero igual que el brasileño decidió salir del Barcelona en su momento para brillar por sí mismo, el francés, que ya es campeón del mundo y subcampeón de la Champions, aún no ha renovado, termina contrato en junio de 2022 y ha reconocido que su hoja de ruta incluye jugar en el futuro en el Real Madrid. Es el gran deseo de Florentino, que lleva varios veranos «ahorrando», el problema es que la crisis económica desatada por la Covid-19 lo ha
cambiado todo.