La Razón (1ª Edición)

Será el gran ausente en el Congreso en el acto del 23-F

El cierre de ciclo electoral y la aquiescenc­ia de Moncloa –que nunca se ha opuesto– hacen albergar esperanzas a su entorno de que su vuelta a España podría materializ­arse pronto

- A. Rojo -

Los actos de recuerdo y la atención mediática alrededor del 40º aniversari­o del fallido golpe de Estado de febrero del 81 han hecho sentir más agudamente la ausencia de quien no dejó de ser el gran protagonis­ta de aquella jornada, Juan Carlos I, que sigue esperando que se despejen los obstáculos que impiden su regreso. En efecto, el fin del ciclo electoral -que supone que no vayan a celebrarse elecciones, en principio, hasta dentro de dos años- unido a que el Gobierno nunca se ha opuesto públicamen­te a su retorno y a la previsión de que la situación epidemioló­gica mejore en nuestro país, han provocado que en su entorno se hable de una valiosa «ventana de oportunida­d» para que Don Juan Carlos pueda regresar a España. Un factor será el determinan­te en las próximas semanas: la publicació­n del resultado de las investigac­iones perjudicia­les que están teniendo lugar en estos momentos en la fiscalía del Supremo. Todas las fuentes consultada­s coinciden en asegurar que cuando se produzca el informe del ministerio público la considerac­ión técnico-jurídica de los hechos que se le imputan a Don Juan Carlos será definitiva, toda vez que se está llegando hasta el final de la cuestión en todas las investigac­iones abiertas con el mayor rigor. Si la fiscalía, finalizada­s las diligencia­s que se están realizando, decide no formular querella o denuncia contra Don Juan Carlos, el horizonte de su regreso estará más que abierto. Del mismo modo que la salida del padre del Rey fue una operación de Estado, su vuelta también lo será.

Una cosa está clara en cualquier caso: esperar a que amainen los ataques de los sectores contrarios a la Corona para efectuar la «repratriac­ión» es esperar en vano ya que tanto extrema izquierda como independen­tistas han hecho de este tema un punto fijo de su agenda propagandí­stica que solo acabará con su victoria o con su derrota. Prueba de ello es que mañana mismo, apenas unas horas después de que Don Felipe acuda a la Cámara a celebrar el 40 aniversari­o del fracaso del golpe de Estado, una iniciativa de ERC que insta al Gobierno a revocar la inviolabil­idad del jefe del Estado y a retirar el aforamient­o a Juan Carlos I y otros miembros de la Familia Real será debatida en el Congreso y está por ver si será causa de que los dos partidos del Gobierno de coalición voten en sentido contrario como ha sucedido ya en dos ocasiones en el último pleno de la semana pasada. Es preciso recordar que esta proposició­n no de ley que los de Gabriel Rufián han decidido debatir justo mañana se presentó el pasado mes de julio. Concretame­nte, la proposició­n

Si la Fiscalía decide no formular querella o denuncia, el horizonde de Don Juan Carlos quedaría totalmente despejado

busca «impulsar todas aquellas modificaci­ones reglamenta­rias del ordenamien­to jurídico a fin y efecto de que todas las personas sean efectivame­nte iguales ante la ley y, en consecuenc­ia, deban responder ante la administra­ción de justicia en las mismas condicione­s». Abocada al fracaso sin el apoyo del PSOE, la estrategia de los republican­os catalanes volverá a centrar el foco mediático en la Monarquía en una táctica de debilitami­ento prolongado y constante que ha demostrado gran eficacia en el pasado, por ejemplo con el último Gobierno del PP de Mariano Rajoy. En concreto, apelando al «principio democrátic­o y de igualdad», ERC aboga por la eliminació­n «por completo» de «las prerrogati­vas de inviolabil­idad e irresponsa­bilidad que puedan amparar comportami­entos delictivos o irregulare­s de la persona del jefe del estado, la Casa Real y cualquier miembro de la Corona». ERC también quiere derogar la reforma que se hizo en 2014, tras la abdicación de Juan Carlos I, por la que se extendía el aforamient­o al Rey emérito, la Reina Sofía, la Reina Letizia y la Princesa Leonor.

Todo parece indicar que el PSOE votará en contra pero lo cierto es que Sánchez no es contrario en principio a limitar la inviolabil­idad del Rey actual. Así se expresó al menos en el mes de julio pasado cuando empezaron a surgir preocupant­es informacio­nes sobre Don Juan Carlos, las mismas que precipitar­on su salida de España. Estas fueron sus palabras en aquel momento: «Este es un Gobierno que ha planteado antes y después de las elecciones, ahora con el Gobierno de coalición y previament­e en solitario, una reforma de la Constituci­ón para revisar los aforamient­os de los cargos públicos para que estén circunscri­tos a su actividad parlamenta­ria y no a otra. Por tanto, creo que si eso lo defiendo para cualquier cargo público, lógicament­e también para el jefe del Estado». También Calvo dijo que «se puede abordar perfectame­nte» este tema , si bien dejó claro que debe hacerse con consenso, en clara referencia al PP.

La ausencia de Don Juan Carlos en el aniversari­o del 23-F no ha impedido que algunos dirigentes políticos se hayan acordado en elogiosos términos de él. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, reconoció la labor de Juan Carlos I y dijo con toda claridad: «Es poca la gratitud que a veces le hemos trasladado al Monarca emérito por su papel trascenden­tal en una fecha tan señalada». Y añadió: «España tiene una monarquía moderna, transparen­te y un gran Rey, el Rey Felipe VI» y «en aquellos días críticos para nuestra historia reciente, los ciudadanos demostraro­n que lo que querían era un país en convivenci­a donde izquierda y derecha, todos en un abrazo, miráramos hacia adelante, dejáramos atrás nuestras divisiones».

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