El Atalanta es el Milan de Sacchi

HayHay un extraño fenómeno que convierte al próximo rival de tu equipo en el Milán de Sacchi o el Brasil del 70. Unos días antes, los delanteros del siguiente enemigo, que te parecían normales y cumplidores, se revelan ante ti como dos alimañas capaces de competir por la Bota de Oro, y a pocas horas del comienzo del partido no tienes ninguna duda de que se van a salir y hacer el partido de sus vidas. Mientras escribo estoy viendo el último choque del Atalanta antes de que el Real Madrid visite el Gewiss Stadium pasado mañana. Y sí, ahora mismo no se me ocurre un atacante más potente y peligroso que Duvan Zapata. Una especie de Lukaku colombiano que, además de chocar y pelear con todos los músculos de su cuerpo, juega al fútbol. ¡Ejem! Mariano. A Muriel le veo cosas de Ronaldo Nazario y cuando los de Gasperini sacan el balón sin dar un pelotazo y se plantan en la frontal del área contraria me dan escalofríos. Las ocho bajas que tiene Zidane, junto a la más que probable de Benzema, no ayudan al optimismo, pero se trata de la Champions y del Real Madrid, con lo que la cosa ya pinta un poco mejor. Kroos lleva cinco asistencias en cinco partidos y Modric todavía se divierte jugando al fútbol, así que si les sumas a Casemiro nada puede salir mal. El Atalanta ha ganado este curso en Anfield y en el Amsterdam Arena, lo que nos lleva al Ajax, el equipo que hace dos años estaba de moda y eliminó al Madrid de Solari. Entonces vino Zidane para que estas cosas no pasen. Mira, Zapata ya ha marcado un gol al Nápoles, Muriel ha hecho el tercero... y todavía quedan dos días.