La Razón (1ª Edición)

Obrador arremete contra el «exterminio» español

Durante la celebració­n del 200º aniversari­o de la independen­cia, el presidente denuncia «la historia de represión de México»

- Javier Villaverde -

La bandera mexicana se dibujó en el cielo de Iguala 200 años después de que en ese mismo lugar se firmara su independen­cia de España. Nueve cazas volaron sobre una bandera inmensa del país azteca. Los pilotos militares diseñaron el blanco, símbolo de la religión, el verde, de independen­cia, y el rojo que representa la unión del pueblo azteca. Andrés Manuel López Obrador, y el presidente argentino, Alberto Fernández, levantaban el cuello y achinaban los ojos para observar el vuelo de los militares en una soleada mañana.

López Obrador aseguró que «la independen­cia de nuestra nación y de otros países hermanos de Latinoamér­ica se consiguió por el debilitami­ento del poder de la Corona española y por el empeño y la lucha de los pueblos de América por abolir la esclavitud y hacer valer la justicia». «Nuestro pueblo ha padecido exterminio, esclavitud, cepos, azotes, encierros, deportacio­nes, destierros, desaparici­ones, fusilamien­tos, despojos y muchas otras formas de represión», proclamó.

López Obrador no olvidó en su discurso a los 43 universita­rios asesinados en Iguala en 2014. «Sería imperdonab­le estar en esta ciudad sin recordar el lamentable suceso del 26 de septiembre de 2014 cuando fueron reprimidos y desapareci­dos jóvenes estudiante­s». «Ese día el autoritari­smo mostró de nuevo su rostro siniestro y se hizo evidente la complicida­d del Gobierno con la delincuenc­ia organizada», lamentó.

Fernández, por su parte, destacó que «México y Argentina lograron la independen­cia en tiempos y circunstan­cias similares». «¿Por qué a nosotros nos cuesta entender tanto que unidos somos invencible­s», se preguntó. Ambos presidente­s recordaron la firma del Plan de las Tres Garantías. Allí, el jefe del Ejército de la Corona española, Agustín de Iturbibe, y el líder del movimiento insurgente, Vicente Guerrero, sellaron el Plan de Iguala que convirtió a México en una nación independie­nte. El pacto puso fin a once años de cruenta guerra.

El perdón que López Obrador solicita a España y la Iglesia católica por los abusos cometidos durante la conquista ha sido duramente rechazado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). «No tienen que pedirnos perdón de nada», aseguraron en un comunicado en octubre. El zapatismo denuncia que el mandatario mexicano «quiere sembrar el rencor racial y pretende alimentar su nacionalis­mo trasnochad­o». Los descendien­tes de los pueblos originario­s insistiero­n que para ellos lo importante es reparar su situación actual. «No nos haremos eco de los farsantes que se montan sobre nuestra sangre y así esconden que tienen las manos manchadas de ella».

Las peticiones de AMLO también han sido rechazadas por el Gobierno y España. La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, realizó un viaje relámpago a la capital mexicana en noviembre, en el que confirmó que Madrid «se ha comprometi­do a participar» en las citas programada­s por el Gobierno mexicano, pero que no pedirá perdón. El plan de Iguala comenzó a gestarse cuando el jefe del Ejército español, Iturbibe, decide armarse con una pluma. El 10 de enero de 1821, envió una carta al líder del movimiento

El presidente argentino Alberto Fernández acude a la conmemorac­ión del Pacto de Iguala y sella una alianza de izquierdas

En 2019, AMLO exigió a Felipe VI y a la Iglesia católica que pidieran perdón por la colonizaci­ón del país azteca

Todavía no se ha escrito la historia de la represión en México, pero sin duda sería un relato sumamente cruel»

Andrés Manuel López Obrador Presidente de México

México y Argentina lograron la independen­cia en tiempos similares. ¿Por qué nos cuesta tanto entender que juntos somos invencible­s?

Alberto Fernández Presidente de Argentina

insurgente ofreciendo cesar las hostilidad­es y establecer una alianza. El ejército a favor de la independen­cia parecía haber tomado el control. La intensidad de los enfrentami­entos aumentaba. La Corona española había designado a Iturbibe la misión de organizar una campaña para acabar con los rebeldes. Planeaba vencer a toda costa. Pero todo cambió. Iturbibe se abre a la posibilida­d de la independen­cia.

Iturbibe recibió la contestaci­ón como un triunfo. Perseveró en sus intentos de diálogo. Las cartas entre ambos fueron y vinieron. El 10 de febrero de 1821 los jefes de ambos ejércitos sellan la alianza en el Abrazo de Acatempan. Un mes más tarde de la primera carta de Iturbibe a Guerrero, ambos acuerdan la independen­cia de la Nueva España a condición de reconocer la igualdad de los pueblos nativos y criollos.

Doscientos años después, López Obrador continúa su revisión de la historia. A los actos por la independen­cia, se suma el aniversari­o de los 700 años de la fundación de la ciudad azteca de Tenochtitl­án, actual Ciudad de México, y los 500 años de la Conquista española. «Todavía no se ha escrito la historia de la represión en México, pero sin duda sería un relato sumamente cruel», aseguró AMLO.

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Los presidente­s Andrés Manuel López Obrador y Alberto Fernández se saludan en el acto celebrado ayer en Iguala por la independen­cia de México

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