Iberdrola será el doble de grande en diez años
Anuncia inversiones de 150.000 millones hasta 2030 para alcanzar los 7.000 millones de beneficio anuales y doblar el dividendo
La ambición de Iberdrola no encuentra techo. Tampoco la confianza de su presidente, Ignacio Galán, en la transición energética que afronta toda Europa y, en particular, en la española así como en las posibilidades de crecimiento en mercados que ya son claves para el grupo eléctrico, como Reino Unido o Francia, pero también en otros emergentes, como Japón. Con la vista puesta en la revolución verde, Galán avanzó que Iberdrola prevé crecer hasta ser el doble de grande en la próxima década y, para ello, duplicará su plan inversor, presentado el pasado 5 de noviembre, por el que anunció inversiones de 75.000 millones de euros hasta 2035. Por tanto, la energética movilizará nada menos que 150.000 millones de euros hasta 2030 con dos objetivos prioritarios. El primero, alcanzar unos beneficios anuales de 7.000 millones de euros en ese 2030.
Para calibrar el alcance del proyecto, baste con comparar esos 7.000 millones que Galán quiere obtener en 2030 con los 3.611 millones alcanzados en 2020, un 4,2% más que en 2019, según los resultados notificados ayer por la compañía al supervisor y los mercados. Y baste recordar, que estos 3.611 millones de ganancias suponen un nuevo récord para el gigante renovable tras el obtenido en 2019, cuando alcanzó los 3.406 millones, un 13% más que en 2018.
Alcanzar esos datos sería una gesta para la eléctrica, que en la pasada década, entre 2011 y 2020, consiguió elevar en 806 millones sus beneficios, un 28,7% más, al pasar de los 2.805 millones de euros ganados en 2011 a los 3.611 de 2020. Si ya de por sí Iberdrola vivió una expansión histórica en la década pasada, pese a los efectos persistentes de la crisis financiera global y del impacto de la pandemia de Covid-19 el pasado ejercicio, la magnitud del proyecto que pretende levantar Galán está al alcance de muy pocas compañías del planeta.
Una Iberdrola el doble de grande tendrá jugosos beneficios para los inversores. Así, prevé pagar al accionista un dividendo de 0,75 euros por título en 2030, lo que supondrá un incremento de la remuneración de cerca del 90% entre 2019 y 2030, según indicó Galán. Iberdrola, que pagará un dividendo de 0,42 euros por acción con cargo a 2020, un 5% más que en 2019, prevé distribuir en 2021 un dividendo de 0,44 euros. La compañía estima un dividendo de 0,56 euros por acción para 2025 y de alrededor de 0,75 euros por título en ese 2030. Esta política de dividendo representa un incremento de la remuneración al accionista del 40% en el período 2019-2025 y de aproximadamente el 90% entre 2019-2030. Galán recordó que la estrategia que inició Iberdrola hace veinte años ha ofrecido a los inversores un retorno de nada menos que el 800% en las últimas dos décadas.
Este titánico crecimiento se sustentará no solo en la segunda revolución renovable en España sino en las subastas en las que participará la eléctrica en todo el mundo. Para empezar, Iberdrola entrará en los próximos meses en subastas en Reino Unido, Estados Unidos, Dinamarca, Francia, Japón y Alemania para seguir impulsando su crecimiento en eólica marina. Galán centró en estos mercados la apuesta de la energética para la eólica marina en los próximos 12-18 meses. «Estamos analizando y trabajando en los proyectos para poder participar en estas subastas», dijo.
Iberdrola cuenta ya con 1.300 megavatios (MW) de capacidad instalada con cerca de 2.600 MW en construcción, sin costes de lecho marino. Además, posee una cartera adicional de alta calidad de 19.000 MW, de los que 9.000 MW están listos para construir con coste del lecho marino cercano a cero. Asimismo, tiene 10.000 MW que están en desarrollo en mercados como Suecia, Japón, Polonia e Irlanda, para alcanzar una contribución a su resultado bruto de explotación (Ebitda) de 2.300 millones de euros en 2030. En el caso de Estados Unidos, Galán destacó que la llegada del demócrata Joe Biden a la Presidencia ha «acelerado» el desarrollo de instalaciones marinas, bloqueado durante la era Trump.
Respecto a los resultados de 2020, al margen de los 3.611 millones de beneficio y del impacto de 238 millones por la Covid, la compañía notificó un beneficio bruto de explotación subyacente de 10.715 millones de euros en 2020, con un crecimiento del 8%. Por negocios, el 75% del importe total procede de áreas reguladas (redes) y renovables. La eólica marina aportó 585 millones, tras crecer un 72%. Las inversiones alcanzaron récord de 9.246 millones. En España se redujo un 13% el beneficio neto en 2020. Pese a todo, las inversiones aumentaron un 21%, hasta 2.100 millones. En 2021, la compañía estima alcanzar un beneficio neto de entre 3.700 y 3.800 millones.