Endesa bate su previsión: gana ocho veces más tras dejar atrás el carbón
La eléctrica pagará un dividendo un 6% superior a lo previsto: 2,014 euros por acción. Bogas advierte de una nueva «burbuja» renovable
Endesa obtuvo el pasado año un beneficio neto de 1.394 millones de euros, ocho veces más que los 171 millones que registró en 2019, un incremento del 715%. El resultado récord es efecto del impacto que sufrieron las cuentas en ese 2019 por el adelanto del cierre de las centrales de carbón. Sin ese efecto y otros extraordinarios, el beneficio ordinario neto de la compañía alcanzaría los 2.132 millones, un 36% más que los 1.582 millones de 2019, informó ayer la energética en el balance de sus cuentas. En el conjunto del año, los ingresos se elevaron a 17.560 millones, un 12,9% menos que los 20.158 obtenidos un año antes; además, como consecuencia de la pandemia de coronavirus, la compañía ha asumido un impacto de 120 millones en su ebitda o beneficio bruto de explotación.
Excluidos los impactos en gastos de personal derivados de la aplicación del V Convenio Colectivo Marco y las provisiones asociadas al Plan de descarbonización y digitalización de procesos, su ebitda fue de 4.027 millones. Si se tienen en cuenta esos conceptos, conceptos, el ebitda se sitúa en 3.783 millones, un descenso del 1,5% respecto al año anterior.
Con estos resultados récord, el dividendo superará también las previsiones anunciadas al mercado, al elevarse hasta los 2,014 euros por acción, un 37% más que el año anterior. Con ello, la rentabilidad por dividendo de Endesa se situará en aproximadamente el 9% calculado sobre la cotización a 31 de diciembre. Endesa repartirá el 100% de su beneficio ordinario neto de 2020 entre sus accionistas. Desde 2021, emprenderá una nueva senda de progresiva reducción del «payout» desde el 80% hasta el 70% anunciado para 2022 y 2023, para adecuar el fuerte incremento de la inversión prevista: 7.900 millones entre 2021 y 2023, y 25.000 hasta 2030.
Endesa prosiguió con su política de descarbonización, una tendencia que mantendrá este año con los cierres de 2.500 MW distribuidos en As Pontes y Carboneras, lo que dejará operativos solo 200 MW térmicos, situados en Baleares. De este modo, apenas el 1% de los ingresos de Endesa se produjo de su negocio de generación de carbón, y la proporción de electricidad térmica generada por la compañía fue ya solo del 2,5%.
Por su parte, el volumen de potencia renovable instalada (hidráulica, solar y eólica) creció en 400 MW, hasta cerrar el año en 7.800 MW, lo que situó su producción libre de emisiones de CO2 en la península en un 85%. En total, la producción de fuentes renovables se incrementó un 33%. Sobre el «boom» de salidas a bolsa de renovables, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, advirtió de que puede suponer «una burbuja» para «extraer valor a corto plazo», algo que dijo respetar, «aunque no estoy de acuerdo».