Blas Cantó podría dedicar «Voy a quedarme» a Pedro Sánchez
Susanna Griso, nuestra Susanna, es feliz: perdió un marido pero encontró a su perra, Kali, una galga que adoptó hace tiempo y que llevaba una semana desaparecida. Se asustó por el ruido de unos petardos y salió corriendo como alma que lleva Echenique, nuevo apóstol de las llamas eternas y el petardeo de las manifestaciones. Con Kali no hay posibilidades de discusión, es todo sosiego y amor. Según Arévalo, Bertín y Fabiola se separaron «cansados de discutir por tonterías». Lo que agota al común de los mortales no lo padecen los políticos: llevan siglos discutiendo por memeces y ahí están, incapaces de romper del todo con sus asesores, socios de gobierno o compañeros de partido. Por ejemplo, Pedro y Pablo nunca discutirán por bobadas, quizá porque desde el principio dejaron claro que dos no discuten si uno no quiere, y ese papel le ha tocado a Él, el mudo del camarote de los hermanos Marx. También porque hicieron separación de bienes: para Sánchez el BOE y para Iglesias el megáfono de las manifestaciones. El poder y el contrapoder sentados en el mismo Consejo de Ministros. Dos funambulistas en la pista central del circo, el no va más. Y por si faltaba algo, cuentan las lenguas viperinas y musicales que quizá Blas
Cantó le dedique a Él la canción con la que concursará en Eurovisión, «Voy a quedarme». Dice así: «He bajado el cielo para descubrir/ que se esconde en tu mirada/ solo a unos centímetros de mí». Y sigue: «Sé que hay muchos como yo/ con tanto que ofrecer/ pero juro que este amor/ nadie lo podrá vencer/ Y aunque nuestro baile diera un paso atrás/ no te preocupes/ yo contigo siempre bailaré». Aquí podría aparecer Miquel Iceta moviéndose dulzón a ritmo de bolero, pero eso ya se verá. Ojo al estribillo, que bien podría servirle a Él como lema de la próxima campaña electoral: «Voy a quedarme y prometo/ quererte más que ayer». Lo dice en la tele mirando fijamente a cámara (la cámara es el pueblo) y arrasa. Y más si lo dice con la mirada húmeda, como si acabara de ver «Mi hija» y poniendo de fondo a Lola Flores cantando «A tu vera, siempre a la verita tuya, hasta que de amor me muera…». Mayoría absoluta.