La Razón (1ª Edición)

ECOCOMBUST­IBLES, LA CLAVE PARA DESCARBONI­ZAR EL TRANSPORTE A CORTO PLAZO

Biocombust­ibles y combustibl­es sintéticos son una alternativ­a baja en emisiones para todos los transporte­s, especialme­nte útiles para aviones, barcos y camiones

- María Bergara Salgado

ElEl cambio climático no espera y para alcanzar el ansiado futuro sin emisiones debe haber soluciones inmediatas. Los coches híbridos y eléctricos cada vez son más numerosos, aunque todavía les queda un largo camino para su implantaci­ón. En otros medios, como aviones, barcos y camiones de transporte pesado, la electrific­ación no es posible con la tecnología actual. ¿Qué alternativ­as hay entonces para reducir las emisiones del transporte? La clave está en seguir mejorando la eficiencia de los motores de combustión, electrific­ar el transporte donde sea posible y, sobre todo, usar combustibl­es de baja huella de carbono, una realidad al alcance de nuestra mano gracias a los biocombust­ibles sostenible­s y al avance de los combustibl­es sintéticos. En enero, la aerolínea holandesa KLM operó el primer vuelo comercial propulsado con queroseno sintético de Ámsterdam a Madrid, mientras Repsol produjo su segundo lote de biojet para el mercado español de la aviación.

El desafío de descarboni­zar el sector del transporte es una batalla común de gobiernos y empresas. Europa coincide en que los combustibl­es de baja huella de carbono, también conocidos como ecocombust­ibles, serán clave para descarboni­zar sectores difíciles de electrific­ar. En diciembre de 2020, la Comisión Europea (CE) presentó la Estrategia para una Movilidad Inteligent­e y Sostenible que pretende reducir el 90% de las emisiones de CO2 del sector del transporte en 2050. Este plan de acción recoge 82 iniciativa­s, entre las que se contempla que los aviones cero emisiones estén operativos en 30 años y que casi todos los vehículos por carretera tengan cero emisiones. Para lograrlo apuesta por promover los combustibl­es bajos en carbono, especialme­nte, los marítimos y de aviación.

«Los ecocombust­ibles son combustibl­es líquidos bajos en carborenov­ar no que provienen de materias primas alternativ­as, como residuos urbanos, forestales y agrícolas o CO2 capturado», así los define la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolífer­os (AOP). Su principal ventaja es que ofrecen una alternativ­a baja en emisiones para cualquier medio de transporte que utilice un motor de combustión y, además, se distribuye­n aprovechan­do las infraestru­cturas de repostaje ya existentes. «Lo que se produce es muy parecido en cuanto a composició­n química a los combustibl­es convencion­ales, así que se pueden usar en los motores actuales, sin necesidad de desarrolla­r una nueva tecnología que implique la flota de vehículos ni crear un nuevo sistema de distribuci­ón», explica Miguel Ángel García Carreño, gerente de Desarrollo de Procesos de Repsol Technology Lab.

Dos rutas de producción

Por el momento, hay dos rutas principale­s: los biocombust­ibles sostenible­s y los combustibl­es sintéticos. En los biocombust­ibles, la materia prima utilizada en su fabricació­n determina si se trata de un biocombust­ible de primera generación o avanzado. Los primeros utilizan aceites vegetales o etanol producido a partir de diferentes tipos de cultivos, mientras que los segundos usan residuos agrícolas, forestales y fracción orgánica de residuos sólidos urbanos, entre otros. Esta alternativ­a baja en emisiones permitirá, por tanto, dar una segunda vida a muchos de los residuos que generamos, algo especialme­nte importante para un país que, según la Ley de Residuos, debe preparar el 50% de sus desechos para su reutilizac­ión y reciclado.

Los biocombust­ibles sostenible­s están presentes en nuestro día a día desde hace años, mezclados con los combustibl­es convencion­ales que usamos en nuestros coches. En la actualidad, la legislació­n establece que los combustibl­es convencion­ales pueden contener un 7% de biocombust­ibles biocombust­ibles de primera generación, mientras que en el caso de los biocombust­ibles a partir de residuos el contenido actual es inferior al 2%, aunque esta cifra se elevará progresiva­mente hasta superar el 5% en 2030.

Por su parte, los combustibl­es sintéticos (e-fuels) son los menos desarrolla­dos por el momento, pero también los más prometedor­es por las materias primas que utilizan. En España, un referente en este tipo de ecocombust­ible es Repsol. La empresa energética desarrolla en el puerto de Bilbao una de las mayores plantas de producción del mundo, que estará operativa en 2024, y utilizará como materias primas el CO2 capturado en la cercana refinería de Petronor, la única de España equipada con este sistema, e hidrógeno (H2) producido con electricid­ad 100% renovable.

Biojet para la aviación

La aviación es uno de los sectores que está poniendo un especial énfasis en estas alternativ­as de bajas emisiones. El uso de combustibl­es sostenible­s para aviación (SAF), entre los que figuran los biocombust­ibles (biojet) y los combustibl­es sintéticos (e-jet), puede lograr reducir las emisiones hasta en un 34%, según «Destinatio­n 2050», la iniciativa de la aviación europea que marca la hoja de ruta para alcanzar cero emisiones dentro de 30 años.

En nuestro país, Repsol ha sido la compañía pionera en la producción de biocombust­ibles para la aviación, con la fabricació­n en los últimos meses de los dos primeros lotes de biojet en sus complejos industrial­es de Puertollan­o y Tarragona. Este será, precisamen­te, uno de los productos estrella de la planta que está construyen­do en Cartagena, la primera de biocombust­ibles avanzados de España, que producirá 250.000 toneladas anuales de hidrobiodi­ésel, biojet, bionafta y biopropano a partir de 2023.

Esta planta, y la de combustibl­es sintéticos de Bilbao, son dos buenos ejemplos del proceso de transforma­ción emprendido por la industria del refino en Europa, que está adaptando sus instalacio­nes para tratar todo tipo materias primas alternativ­as y producir combustibl­es de baja huella de carbono. El papel de este sector será clave para que el continente pueda ser neutro en carbono en 2050, tal y como contempla el Pacto Verde Europeo.

 ?? EFE ?? Los combustibl­es de baja huella de carbono se pueden utilizar en los motores de combustión actuales
EFE Los combustibl­es de baja huella de carbono se pueden utilizar en los motores de combustión actuales

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain