La Razón (1ª Edición)

Vocales creen que el CGPJ nacerá ya deslegitim­ado

Lamentan el bloqueo político y se emplazan al jueves para hacer los nombramien­tos ante el bloqueo

- F. Velasco

Victoria Rosell, José Ricardo de Prada y Alejandro Abascal. Estos son los «vetos» de PP, en los dos primeros casos, y de Unidas Podemos en el tercero para terminar

terminar de cerrar el acuerdo de renovación del Consejo General del Poder Judicial. ¿O es una mera cortina de humo que intenta desviar la atención de diferencia­s que son más profundas que la de unos nombres determinad­os?

¿Por qué aparecen ahora dos nombres, Rosell y De Prada, que no figuraban en un principio en ninguna lista? Son cuestiones sobre las que los actuales vocales del CGPJ tienen opiniones diversas pero con un denominado­r común: el anuncio de ruptura les ha causado más que sorpresa. «No nos lo esperábamo­s», «estamos decepciona­dos y desconcert­ados», «parecía que esta vez sí se iba en serio» o «el gran perjudicad­o es el daño institucio­nal que se causa al Consejo» son algunas de las frases pronunciad­as por integrante­s del órgano de gobierno de los jueces y magistrado­s.

De hecho, buena parte de los vocales coinciden en que el PP no cederá en ningún caso para que Rosell y De Prada formen parte del próximo Consejo. En el caso del segundo, porque se le considera «en buena parte responsabl­e de la moción de censura» que acabó con el Gobierno del PP, al introducir en la sentencia de «Gürtel» un párrafo sobre la supuesta «caja B» del PP en una causa donde no se juzgaba la presunta financiaci­ón ilegal de los populares.

Y en el caso de Rosell, «por coherencia» con actuacione­s del PP en supuestos más o menos similares: «Se pone imposible que lo acepte mientras tiene impugnado el PP el nombramien­to de Dolores Delgado» como fiscal general del Estado. «A Delgado el PP la impugnó ante el Tribunal Supremo porque pasó directamen­te del Gobierno a fiscal general, y con Rosell pasa lo mismo, iría directamen­te de delegada del Gobierno contra la Violencia de Género al Poder Judicial».

Al frente de la institució­n, Carlos Lesmes, quien también tenía serias esperanzas, y esas fueron las noticias que recibió, motivo por el que decidió no incluir en el orden del día del último Pleno los ocho nombramien­tos para cubrir unas vacantes que esperan ya largo tiempo –en el caso de la presidenci­a del TSJ de Canarias, más de un año–.

Y, como a todos, las últimas novedades no le han causado ninguna «alegría». Como sostienen algunos vocales «está cansado ya de esta situación, como todos», pero «consciente de que el Consejo debe seguir» con su funcionami­ento «normal». Como especifica especifica uno de los vocales consultado­s, Lesmes «no está feliz con lo que ha pasado, pero resignado y entendiend­o que nos toca cumplir hasta que nos releven».

Lo más inmediato es el Pleno previsto para el próximo jueves, con el único punto en el orden del día de abordar los ocho nombramien­tos pendientes. En este punto, la práctica totalidad de los consultado­s coinciden en que si no hay un acuerdo antes de esa fecha «se abordarán, porque eso fue lo que se acordó» en el celebrado la última semana de febrero, donde se constató, además, que no existía una mayoría «porque el pacto parecía inminente, pero ahora, que parece que todo ha saltado por los aires, sí la puede haber».

Por ello, «las votaciones de nombramien­tos se harán. Lo normal es que se nombren aunque no se consigan mayorías abrumadora­s, pero la ley ya impone una importante cualificac­ión de tres quintos. No creo que en todos los casos se alcancen los 16 votos, pero bastan 13» en algunos de ellos, mientras que en otros sería suficiente con once.

Además, se da la circunstan­cia de que ésta puede ser la última oportunida­d para que el CGPJ pueda llevar a cabo esos nombramien­tos, ya que el Senado prevé aprobar próximamen­te la reforma que impedirá que un Consejo en funciones pueda realizar ese tipo de designacio­nes: «Esa ley nos cierra la puerta, pero al final estos nombramien­tos serán lo de menos: si no nos renuevan, los nombramien­tos se acumularán a partir de ese momento».

En el fondo, hay un profundo malestar por todo este «chalaneo de reparto», donde parece que, como señala alguno de sus componente­s, lo que menos importa es quién es el realmente perjudicad­o: «El daño que se está causando a la institució­n es más que notable, y no sólo al Consejo actual, sino que el próximo nacerá deslegitim­ado», al menos de cara a la opinión pública.

 ?? EFE ?? Carlos Lesmes, presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo
EFE Carlos Lesmes, presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain