«El disco fue una lucha contra mis obsesiones»
La artista, una de las voces revelación del año, presenta «La costa de los mosquitos»
DuranteDurante una temporada, el misterio rodeaba a la figura de Travis Birds, conocida por la canción de la serie de Movistar + «El embarcadero», pero poco se sabía de ella. Ahora, al cabo de algunas vicisitudes, su esperado disco, «La costa de los mosquitos» (Calaverita Records), se presentará en directo en Madrid el 22 de abril. –Llega el trabajo precedido de cierta expectación.
–La verdad es que vivo un poco ajena, pero se agradece mucho que alguien haya estado esperando, porque esto ha sido un parto doloroso y complicado.
–¿En qué sentido ha sido complicado?
–Del lado compositivo, surge de descubrir a una persona dentro de mí que no conocía. Fue un proceso que me sumergió en cierta oscuridad. Eso le dio el concepto al disco, las obsesiones llevadas como vehículo a la locura. No es que me haya vuelto loca, pero sí que me he encontrado con mi parte más animal. Y también me pasó que firmé con una discográfica con la que dejé de estar a gusto pronto y no quería sacarlo estando ahí y fue súper complicado resolverlo. Me llevó mucho tiempo y mucho dinero.
–La psique humana genera sus propios demonios.
–Esa, demonios, es la palabra perfecta. En algunos momentos fue tóxico por distintas situaciones, pero he sabido canalizarlo en la música y sacarle la belleza que tiene. Para mí, desprenderse de todo y volver a la parte más animal, es decir, quitar lo que te convierte en individuo social como la cultura y la educación, fue un viaje interesante.
–¿Tuvo que ver con la presión social?
–Sin duda. No me gusta la presión de la carrera y pensar que es la forma de ganarme la vida, porque me quita mucha inspiración.
–Es contraproducente ganarse la vida con el arte.
–Arte y dinero son como el agua y el aceite, no deben mezclarse.
–¿La soledad fue un factor?
–Cuando eres pequeño y estás a las espaldas de tus padres hay algo a lo que no te enfrentas. El universo se expande cuando sales.
–Una discográfica no le hizo sentir a gusto. ¿Qué pasó?
–Teníamos distintas formas de trabajar y de entender hacia dónde y cómo quiero llevar mi carrera. No quería trabajar así.
–Los mosquitos son una metáfora perfecta de la naturaleza asfixiante.
–Exacto. Son algo frágil, que está ahí como un zumbido constante y que te chupa la sangre en cuanto menos te lo esperas.