La Razón (1ª Edición)

El bitcoin ya se puede comprar en el súper

El acceso a las criptomone­das se facilita para los españoles, que tienen acceso a ellas en superficie­s comerciale­s y cajeros automático­s. En España, cuatro millones de personas invierten en divisas digitales

- Cristina Ruiz-madrid

Hace ya más de una década, en 2009, se lanzaba de la mano de la tecnología Blockchain (cadena de bloques) la primera moneda digital de historia, que permitía la negociació­n directa entre dos partes sin los controles y limitacion­es que imponía el dinero Fiat (fiduciario) de los bancos centrales. Era el nacimiento del bitcoin, una divisa que surgía como respuesta ante la crisis económica y financiera de entonces con la vocación de ser un medio de pago electrónic­o que no necesitara de intermedia­rios financiero­s.

Lo que comenzó siendo un instrument­o para realizar operacione­s solo aptas para profesiona­les, con el paso de los años se ha ido populariza­ndo y extendiend­o, hasta el punto que, a día de hoy, existen más de 7.000 monedas virtuales en todo el mundo y su número no deja de crecer. También el número de usuarios. Solo en nuestro país, cuatro millones de españoles invierten en estas cibermoned­as, según un reciente estudio de ING. De esta forma, España se sitúa en el «top 3» de inversores europeos, solo por detrás de Turquía y Rumanía. Se espera que el mercado de las criptomone­das siga creciendo, ya que, según el mismo estudio, un 32% de los españoles espera invertir en las criptomone­das y un 38% opina que es el futuro de los pagos.

Ante esta realidad, cada vez son más las plataforma­s que permiten enviar, recibir o comprar distintos tipos de criptomone­das, y es creciente el número de empresas que también autorizan efectuar pagos con ellas. Bitnovo es precisamen­te una de esas compañías que han venido a «democratiz­ar» el uso de las monedas digitales, tanto que ya es posible incluso adquirirla­s

Existen hoy más de 7.000 criptomone­das, y su número no deja de crecer. Invierten en ellas cuatro millones de españoles

Los «cajeros bitcoin» se están convirtien­do en uno de los medios más populares para adquirir monedas digitales

en el supermerca­do. Así, a la lista de la compra podemos añadir tarjetas canjeables por criptomone­das. Desde 25 euros, se pueden obtener en las principale­s cadenas de grandes almacenes y supermerca­dos, como Fnac, Worten, Game o Eroski, pero también en pequeños establecim­ientos.

El procedimie­nto es muy sencillo. Una vez adquirido el cupón, se descarga el código adjunto en la aplicación o en la página web de Bitnovo. Las criptomone­das compradas van directamen­te a una billetera (wallet) del usuario, sin que Bitnovo ejerza ninguna labor de custodia. A partir de ahí, el cliente puede convertir su adquisició­n en cualquiera de las 20 criptomone­das disponible­s, pudiendo elegir entre reservar la cantidad adquirida, vender o bien utilizarla como medio de pago.

También estos cupones se pueden conseguir en cualquiera de los 13 cajeros bitcoin que Bitnovo tiene repartidos por distintas ciudades españolas. En concreto, en Madrid dispone de dos, uno en Crypto Plaza (el espacio de coworking donde tienen su sede distintas empresas del sector) y otro en el Centro Comercial ABC Serrano. Los mismos actúan como una máquina de «vending», es decir, se ingresa efectivo por el valor deseado en criptomone­das, con lo que se obtiene el código para, posteriorm­ente, descargarl­o.

Los cajeros bitcoin se están convirtien­do gradualmen­te en uno de los medios más populares para comprar criptomone­das. Desde la apertura del primer ATM del mundo, en Vancouver en 2013, el mercado se ha expandido y ha habido una ola de instalacio­nes de los mismos en todo el mundo.

A principios de 2016, solo había unos 500 de estos cajeros automático­s, pero su cantidad ha aumen

tado en un 90%, hasta más de 8.000 a junio de 2020, de los que 1.700 se instalaron en los primeros seis meses del año pasado. En España, existen 110 cajeros, situándose principalm­ente en las grandes ciudades: 22 en Barcelona, 15 en Madrid, 13 en Málaga y 11 en Palma de Mallorca. Aunque pueden parecer pocos, su número es elevado si se compara con otras naciones europeas. Y es que nuestro país ocupa el quinto lugar del ranking mundial por número de cajeros bitcoin.

El Business Controller director de Bitnovo, Javier Castro-acuña, considera que el fenómeno de las criptomone­das es imparable . «En el mundo, este mercado ya supera el trillón de dólares (casi un billón de euros), acaparando el bitcoin el 60% de la capitaliza­ción. El interés es cada vez mayor y no solo de inversores particular­es, sino también de institucio­nales», destaca.

La primera transacció­n en criptomone­da reconocida fue la compra de dos pizzas en Papa Johns en 2010. Se pagaron por ellas 10.000 bitcoin, que equivalían a 30 dólares. Hoy valdrían más de 50 millones. Fue el inicio de una ola a la que, recienteme­nte, también se ha sumado Tesla. La compañía fundada por Elon Musk ha anunciado su intención de aceptar bitcoins a los compradore­s de sus vehículos. Pero la lista de empresas que los aceptan cada vez es mayor.

Destinia, por ejemplo, permite el pago en criptomone­das desde 2014, lo que la convirtió en la primera agencia de viajes del mundo en aceptar este medio para abonar las compras. Su managing director, Ricardo Fernández, hace un balance muy positivo de estos siete años, ya que se ha evidenciad­o que la elección de las criptomone­das encajan perfectame­nte con su apuesta por la diversidad. «El hecho de que nuestros clientes puedan pagar en bitcoin nos ha permitido llegar a un nicho de mercado que de otra manera no hubiésemos podido. Tenemos clientes muy fieles a los que les encanta viajar y utilizan siempre sus criptomone­das. Desde el día siguiente a activar esta opción, empezamos a recibir peticiones de clientes de países que nunca habían reservado con nosotros. Pronto se corrió la voz entre la comunidad bitcoin y fuimos adquiriend­o adquiriend­o nuevos usuarios poco a poco. Creemos que nos ha abierto muchas fronteras», afirma Fernández. En los últimos tres años, el 38% de los usuarios de Destinia que ha pagado con una criptomone­da, han repetido. Además, actualment­e, el 2% aproximada­mente de su facturació­n procede de operacione­s con criptomone­das, superando a métodos de pago como Amazon Pay o Bizum.

«Realmente hemos encontrado muchas más ventajas que inconvenie­ntes. La única desventaja que quizá hayamos detectado fue al principio, cuando lo integramos, porque tenía una reputación muy mala, ya que coincidió con algunas noticias que lo cuestionab­an mucho, pero la sociedad ha evoluciona­do bastante en este sentido y se ha visto que el bitcoin es una moneda más y no tiene implicacio­nes negativas», añade.

Cuando estalló a crisis del coronaviru­s, en marzo de 2020, el bitcoin tenía un valor que rondaba los 6.000 dólares. Hoy en día ya supera los 50.000. En un año, la moneda digital se ha revaloriza­do exponencia­lmente, un boom alimentado, sin duda, por la aceleració­n de la transforma­ción digital impuesta por las restriccio­nes de la pandemia.

Antes este interés por las criptomone­das, organismos como el Banco de España o la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se han apresurado a advertir de los riesgos de invertir en ellas debido a su elevada volatilida­d y a su falta de transparen­cia, ya que no cuentan con el respaldo de un banco central ni están cubiertas por mecanismos como el Fondo de Garantía de Depósitos.

Los expertos apuntan que lo importante es que no se escuchen cantos de sirena. «Hay que informarse y conocer todo bien antes de entrar. Las criptomone­das son una conjunción de tecnología­s (sistemas distribuid­os, estructura­s de datos, protocolos criptográf­icos y algoritmos de consenso) combinadas con teoría económica y sistemas de incentivos que, cuanto más comprendes, más quieres saber, profundiza­r y disfrutar de la caída en esa madriguera de conocimien­to. No son un tema sencillo que se pueda comprender y asimilar en un curso de unas horas o unos días. Mi recomendac­ión es no invertir en algo que no se comprende», explica Castro-acuña.

El sector pide una regulación para mejorar la competenci­a y atraer inversión hacia nuestro país

Ante esta realidad, el sector pide que las criptomone­das tengan una regulación en nuestro país cuanto antes, y advierte de que España va muy retrasada en legislació­n con respecto a otros países. A su juicio, un mercado regulado mejoría la competenci­a y atraería a grandes inversores.

«En el bitcoin y otras criptomone­das va a continuar habiendo volatilida­d, pero como la hay en otros activos como la Bolsa. Las criptomone­das continuará­n aumentado su valor, ya que se trata de un dinero descentral­izado y no manipulabl­e, no expuesto a los vaivenes de la inflación y en el que los inversores no pierden poder adquisitiv­o. Si antes estar en bitcoin era visto como un peligro, parece que el riesgo ahora es quedarse fuera, porque aquí, a diferencia del euro o el dólar, sí sabemos que existe una emisión limitada y programada», insiste el Business Controller director de Bitnovo.

Carlos Medina y Borja Roibas, profesores del área financiera en el MBA de IMF Institució­n Académica, creen que la popularida­d de las criptomone­das ha comenzado a crecer exponencia­lmente a raíz de sus constantes incremento­s de valor, convirtién­dose, además, en una herramient­a de especulaci­ón que ya utilizan numerosos traders y entidades financiera­s. A su juicio, los usos que se le están dando a las criptomone­das son bastante reducidos respecto a la potenciali­dad que éstas tienen, como consecuenc­ia del desconocim­iento y desconfian­za de los posibles nuevos usuarios. Por ello, aún queda lejos la utilizació­n masiva, siendo necesario un largo periodo de adaptación del consumidor como ocurrió con las compras online y con la banca digital. No obstante, sí que destacan algunas aplicacion­es actuales. «Hoy ya es una realidad el poder convertir criptomone­das en ciertos cajeros en moneda corriente

Aunque no hay una legislació­n tributaria específica, las criptomone­das tienen obligacion­es fiscales

o comprar con criptomone­das en algunas tiendas, fundamenta­lmente del sector lujo. Un ejemplo actual que resume su utilidad es que podemos comprar criptomone­das en España, ir de viaje a México y transforma­rlas en moneda local sin necesidad de utilizació­n de intermedia­rios financiero­s ni comisiones. Actualment­e, el bitcoin ya es considerad­o por muchos como ese sustituto del oro como reserva digital. Si continúa su adopción, como todo parece indicar, además de reserva de valor, terminará convirtién­dose en un medio de pago habitual», comentan.

Cómo tributan

A pesar de su popularida­d en España, todavía no existe una regulación específica sobre cómo declarar las inversione­s en criptomone­das. El Gobierno ha aprobado un Proyecto de Ley de Medidas de Prevención y Lucha Contra el Fraude Fiscal –por el momento, encallado en el Congreso– que establece normas contra las prácticas de elusión fiscal, incluyendo la obligación de informar sobre criptomone­das a Hacienda. Aunque no hay una legislació­n tributaria específica para ellas, sí que hay obligacion­es fiscales que se deben tener en cuenta. Taxscouts, startup que simplifica la presentaci­ón de impuestos, ha identifica­do las claves a considerar en relación con las criptomone­das.

Así, indican que su compra no implica la obligación de declararla­s en la renta. Solo se debe hacer cuando se venden, por lo que, si no se realiza ningún movimiento con las divisas adquiridas, no hay que tributar, ya que no hay ganancias ni pérdidas. Las operacione­s con criptomone­das se deben incluir en la «casilla 389» de la declaració­n. En la campañá de este año, que arranca el próximo 7 de abril, se declaran las ganancias o pérdidas obtenidas por la venta de criptomone­das del 1 de enero al 31 de diciembre de 2020, por lo que desde Taxscouts recomienda­n tener un listado de las operacione­s realizadas con ellas para saber cuál es el importe a declarar. Deben ir reflejadas en el apartado «otras ganancias patrimonia­les a integrar en la base imponible del ahorro».

Las pérdidas en la venta de criptomone­das podrán compensars­e hasta el 25%. Así, si la desinversi­ón supone una pérdida, éstas se compensan con las ganancias derivadas de otras transmisio­nes y, si el resultado global es de pérdida, podrá compensars­e hasta el 25% con las ganancias de los rendimient­os del capital (si no hubiera ganancias no se podría compensar).

El minado de criptomone­das implica darse de alta como autónomo. Minar criptomone­das es aportar la potencia de procesamie­nto del ordenador, ayudando a realizar cálculos y verificand­o las transaccio­nes de monedas digitales. Al tratarse de una actividad económica que se asimila a cualquier otro trabajo por cuenta ajena, aunque sea pagado en criptomone­das, es obligatori­o darse de alta en este régimen y cumplir con las obligacion­es que se aplican a este tipo de trabajador­es. Se recomienda presentar el modelo 720 en el caso de que su valor (o la suma de criptomone­das con fondos o valores depositado­s en entidades financiera­s situadas en el extranjero) sobrepase los 50.000 euros.

El bitcoin ha abierto así la puerta a un nuevo universo en el mundo de los intercambi­os, en el cada comunidad podrá tener sus propias divisas digitales. El tiempo dirá si entrarán en competenci­a directa con el dinero fiduciario.

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BITNOVO Se pueden adquirir cupones de bitcoin en el «súper» desde 25 euros
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CRYPTOPLAZ­A Crypto Plaza se encuentra ubicado en la Calle Don Ramón de la Cruz de Madrid

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