FILMIN ACUDE A LA TERAPIA DE LA PRODUCCIÓN PROPIA
«La plataforma española pone así la primera piedra de la ficción post-pandémica»
EnEn los albores de la Primera Guerra de los Mandos, cuando todavía andábamos mirando a la sombra en vez de al fuego, nos dijeron que nuestras series eran buenas, que había que sacudirse los complejos y que, incluso, las podíamos exportar. Después, el eje aliado del «streaming», capitaneado por Netflix y Amazon, adoptó (y veneró) la elástica fórmula de «La casa de papel», poniendo dinero donde antes solo había palabras y mitos antiguos de inversión extranjera. Para cuando nos habíamos dado cuenta de que se podía salir de la cueva y que aquel regalo podía ser como el de Troya, la realidad pandémica nos devolvió a la humildad del cuadrado negro al que habíamos reservado el papel de potencia secundaria, ese en el que ya solo veíamos deportes en directo y que, de repente, se volvió el centro líneal de nuestras vidas: informativos, cine y series compartían protagonismo en un trajín irónico que por tener, tenía hasta una hoguera de tentación y vanidades que no podíamos dejar de mirar. Tras la infame normalización de la tragedia, el envainaje de unas plataformas extranjeras en repliegue publicitario y el armisticio de las nacionales con las salas (a las que siempre vieron como un amigo y no como un competidor), es hora arrojarse a la luz del final de la caverna.
Filmin, una de las plataformas de cine y series bajo demanda que más creció durante el misericorde encierro, se lanza ahora a por la producción propia y en otoño estrenará «Doctor Portuondo». La serie, dirigida por Carlo Padial y escrita junto a Carlos de Diego, se basa en la experiencia del primero en la consulta del licenciado del título y que ya publicó en 2017 en un libro editado por Blackie Books: «Estuve cinco años en terapia con el doctor, que existió y era un exiliado cubano. Me marcó mucho, porque es una de esas personas que no te explicas cómo no es más conocido, cómo es posible que sea tan brillante y no haya llegado a más gente. Era de este tipo de personalidades, como (Alejandro) Jodorowsky, que todo lo que dicen es valioso», explica el también director antes de añadir: «Siempre tenía aforismos brillantes, pero al dedicarse al psicoanálisis y recogerlos solo en la tradición oral, aquello no trascendió».
Protagonizada por un recuperado para la causa Jorge Perugorría («Fresa y chocolate») y Nacho Sánchez («Diecisiete») —que asombra con su parecido a Padial una vez caracterizado- la serie constará de seis episodios de media hora de duración y tiene previsto su estreno en octubre. Construida desde el diván, pero con constantes vistazos al pasado del protagonista, por la consulta de Portuondo también se dejarán ver Arturo Valls o Berto Romero. Así, Filmin sube su apuesta y, de paso, pone la primera piedra de esa ficción postpandémica que tanto ansiábamos.