Sanidad prohíbe el uso de las mascarillas de grafeno
Canadá alertó de que podrían provocar toxicidad pulmonar
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha iniciado una investigación sobre los posibles riesgos de la presencia de grafeno en mascarillas, a raíz de la denuncia de las autoridades sanitarias de Canadá. Como medida de precaución, el Ministerio ha recomendado no utilizarlas. Sanidad explicó que en España se están comercializando mascarillas quirúrgicas tipo IIR con grafeno de biomasa del fabricante Shandong Shenquan New Materials Co. Ltd, China. La AEMPS solicitó el cese voluntario de la comercialización a la empresa importadora y distribuidora de estas mascarillas.
«La Agencia continúa con la investigación del riesgo potencial de inhalación de partículas de grafeno por la utilización de estas mascarillas quirúrgicas y el riesgo que, en ese caso, puede suponer», explicó Sanidad en un comunicado.
En esta misma línea, el Ayuntamiento de Madrid se convirtió ayer en la tercera administración pública española, tras la Junta de Castilla y León y el Gobierno del País Vasco, en aconsejar la retirada de estas mascarillas debido a su posible toxicidad. La administración pública tomó la decisión ante la incertidumbre existente respecto al posible desprendimiento de las nanopartículas de grafeno en los protectores buconasales fabricados con este material, «de acuerdo con un principio de precaución general».
Por ello pidió la retirada y el «no uso» de las mascarillas que tengan grafeno en su composición. Así lo expuso el jefe del servicio de prevención de riesgos laborales de Madrid Salud a la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en una misiva en la que responde a la inquietud mostrada por la organización que preside Miguel Borra.
Se trata de una decisión a la que pensaba sumarse toda la comunidad, según apuntó ayer el consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, antes de conocer la decisión definitiva del Ministerio de Sanidad.
Todo surgió de una alerta declarada en Canadá, en la que este país adviertía de los riesgos de un nanomaterial relativamente novedoso que se emplea por sus supuestas propiedades antivíricas y antibacterianas. En ese país dichas mascarillas se han distribuido entre adultos y niños en las escuelas. Las autoridades sanitarias sanitarias de Canadá identificaron que las partículas de grafeno pueden potencialmente provocar toxicidad pulmonar en animales, aunque el riesgo de su inhalación en humanos debe aún demostrarse, al depender de variables como la cantidad y la duración de la exposición, así como las características del grafeno utilizado.
Canadá está recabando datos sobre las mascarillas que contienen el material. Entre tanto, ha decidido retirar las ya distribuidas, y pedir a las autoridades de las provincias que dejen de importarlas y comercializarlas.
Como informó este periódico en su edición digital, Castilla y León decidió asimismoretirarlastras la demanda de CSIF, sindicato que reclama la vigilancia de la salud de los profesionales sanitarios que las han usado. Según CSIF, el pasado lunes las mascarillas con grafeno se estaban utilizando ampliamente en numerosos servicios hospitalarios y de atención primaria de diversas provincias como Ávila, León, Palencia, Segovia o Valladolid. «Por ejemplo, en el Hospital Río Hortega de Valladolid» se usaban en los servicios de urgencias, pediatría y trasplante hepático, así como en neumología, digestivo y diversas plantas. CSIF ha detectado también su uso en Sevilla y Madrid.
Otra administración en sumarse antes de que actuara el Ministerio fue el Gobierno Vasco, que retiró también «por precaución» unas mascarillas que contienen grafeno y que hasta ahora se distribuían entre el personal de diferentes organismos, entre ellos docentes, ertzainas y sanitarios, hasta que concluyan las investigaciones sobre los potenciales riesgos de este componente.