Memorable victoria de Nadal en un maratón ante Tsitsipas
RAFA ALIMENTA EL SUEÑO DE ROLAND GARROS CON UNA VICTORIA MEMORABLE EN EL BARCELONA OPEN BANC SABADELL ANTE TSITSIPAS. SALVÓ UNA BOLA DE PARTIDO
HayHay victorias mayúsculas que se hacen todavía más grandes por las alturas de la carrera en que llegan, por el rival que hay enfrente, por el escenario, por el camino recorrido, por la épica... de todo eso tuvo el duodécimo título de Nadal en Barcelona. En su casa, en la central bautizada con su nombre, Rafa volvió a ganar el Barcelona Open Banc Sabadell. Volvió a bañarse en la piscina de su club de toda la vida. Es el primer título de 2021, llega en su segundo torneo y ante el rival que le despidió en el primero. Tsitsipas fue un adversario gigante. El verdugo en los cuartos de Melbourne rozó el triunfo en la arcilla catalana. Tuvo a Rafa en la lona, dispuso de una bola de partido en el tercer set cuando ya se superaban las tres horas y media de final, pero, como tantas otras veces, Nadal sobrevivió. Se levantó y se impuso al jugador más en forma del circuito por 6-4, 6-7 (6/8) y 7-5.
El palmarés de Rafa en el Real Club de Tenis de Barcelona es mareante. Campeón en 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2011, 2012, 2013, 2016, 2017, 2018 y 2021. Doce títulos, solo los trece de París superan en número la docena de Barcelona. La victoria tiene mucho de rearme moral para el zurdo. Cayó en los cuartos de Montecarlo ante Rublev, sufrió en los dos primeros partidos de la Ciudad Condal, pero ante Norrie y Carreño ya dio pistas de que está en el buen camino. Hay más amenazas que nunca para París, pero los aspirantes a desbancarle ya saben a qué atenerse.
La temporada, el estado de forma y el propio Rafa lo avisaban antes de la final. «Lo mismo el favorito es Tsitsipas», apuntó. El griego tiene muy poco que ver con el jugador que cayó ante
Rafa en el mismo escenario en 2018. Entonces, en la prehistoria, sumó tres juegos. Ahora es agresivo, valiente y divertido de ver. Llegaba a Barcelona después de ganar en Montecarlo y en su camino a la final se había cobrado piezas como De Miñaur, Aliassime y Sinner. Arrancó como un cohete y eso llevó a Nadal a plantearse aquello de «vamos a meterlas dentro y ya fallará alguna». Funcionó. Rafa salvó dos bolas que amenazaban un segundo break y la final se equilibró. Nadal pudo apelar a su servicio en los primeros momentos críticos. «Me faltan partidos», había avisado. Sí, pero en octavos y en cuartos ya dio pistas para el optimismo. Nadal fue capaz de domesticar a Tsitsipas, pero es que el griego es un espíritu indomable.
Había duda de hasta cuándo iba a ser capaz Rafa de estar al nivel mostrado en la segunda mitad del primer set. «No sé si he dado los pasos suficientes para pelear con el mejor Tsitsipas», había revelado. La historia se repitió. Otro 1-3 en contra. ¿La respuesta? Tres juegos seguidos para volver a dominar. Anclado en el fondo de la pista y con autoridad
autoridad llegó a disponer de dos bolas de partido en el décimo juego. Pero quedaba final, vaya si quedaba. El griego no solo resistió, alcanzó el tie-break y ahí reapareció todo el atrevimiento en su raqueta. Después de salvar dos bolas de partido, levantó un 4-2 en contra y todo con un descarado cambio de planes.
Tsitsipas se fue a buscar la red como si la tierra batida se hubiera convertido en cemento. ¿La respuesta de Rafa? Se agarró al fondo y el intercambio de golpes adquirió tintes dramáticos. En el décimo juego Tsitsipas tuvo una bola de partido. Nadal sobrevivió por una combinación de suerte y temor del griego, que tuvo a Rafa KO y le permitió levantarse. Con el punto decisivo todavía en la cabeza, Tsitsipas perdió su saque. El increíble ejercicio de supervivencia de Rafa, el enésimo, le dio la oportunidad de llevarse el título con su servicio. No falló. El jugador que cayó en los cuartos de Montecarlo y que sufrió en las primeras rondas de Barcelona ha quedado atrás. «Es una victoria importante ante un rival difícil, que me ayudará a avanzar. El momento de la temporada es ideal para ganar el primer título y tengo margen de mejora», comentó. Y en un mes, París.
El partido ha tenido de todo y es una victoria muy importante enfrente de mi gente. Significa muchísimo»
El momento de la temporada es perfecto para ganar el primer título y tengo margen de mejora»
Rafael Nadal
Doce veces campeón del Godó