Un plan «anticovid» a contracorriente y sin explicar las reformas
El Gobierno no aclara la subida de impuestos –al revés que en el resto de Europa–, los recortes de pensiones ni la reforma laboral
Dos semanas después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareciera ante la Prensa al término del Consejo de Ministros para publicitar su Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ayer el Consejo de Ministros le dio su visto bueno definitivamente para su remisión a Bruselas. Su aprobación pasó sin pena ni gloria. Nadie, salvo la escueta introducción inicial de la portavoz del Ejecutivo, compareció ante los medios de comunicación para explicar, en palabras de Sánchez, una de las tres grandes oportunidades del último siglo. Tras el Consejo de Ministros de ayer, en el atril de Moncloa brilló por su ausencia la vicepresidenta económica, encargada de la elaboración del tan citado plan, así como el presidente del Ejecutivo, cuyo discurso en las últimas semanas ha estado plagado de mensajes puramente propagandísticos. Ni media palabra de cómo subirán los impuestos, de cuáles serán las nuevas reglas de juego del mercado laboral y de cuánto bajarán las pensiones futuras para poder sostener el sistema de pensiones.
No se pronunció ni media palabra o explicación de la reforma fiscal, prioritaria para Bruselas, que incluye el plan. Lo único que conoce el contribuyente desde hace dos semanas, por boca de la ministra de Hacienda, es que efectivamente le subirán los impuestos, al menos el de Patrimonio, Sucesiones y Sociedades, en contra de la corriente imperante en Europa contraria a subir los impuestos y que apuesta por su recorte. Y es que desde que comenzó a rodar la potente maquinaria de Bruselas como salvavidas de los Estados miembros, el Ejecutivo español sólo ha expuesto vagamente las líneas generales del Plan de Recuperación, imprescindible para acceder a estos fondos europeos, de los que a España corresponde 140.000 millones. En todo momento, ha eludido bajar a la arena política y explicar con detalle cómo serán las reformas estructurales exigidas por Bruselas para poder contar con 70.000 millones a fondo de perdido hasta 2023 y otros 70.000 millones vía créditos y, por tanto, a devolver hasta 2026. Hasta la fecha, el Ejecutivo, con su presidente a la cabeza, se ha limitado a sacar a pasear las bondades del Plan de Recuperación, que recoge 110 inversiones y 102 reformas, entre ellas, la del sistema fiscal, con un alza de Sociedades, Patrimonio y Sucesiones, como ya anunció hace días Montero. Mientras, la corriente europea lleva a todo lo contrario, a un descenso generalizado de impuestos, como el decretado por Italia, para superar la crisis económica.
Tampoco se conoce los pormenores de cómo será la reforma del sistema público de pensiones que impone Bruselas a cambio de inyectar en España ingente cantidad de capital. Lo único que ha trascendido es la intención del Ejecutivo de seguir revalorizan
do las pensiones en función del IPC y de conceder una especie de cheque-regalo a aquellos trabajadores que prolongue su vida laboral. Otro tanto ocurre con la reforma del mercado laboral. Es indiscutible que estas tres reformas (fiscal, laboral y pensiones) afectarán directamente al bolsillo del contribuyente, bien sea persona física o jurídica.
Gastar antes de aprobar
Sin embargo, el Consejo de Ministros dio ayer vía libre a este Plan de Recuperación para su remisión a Bruselas sin que la portavoz del Ejecutivo pudiera concretar ni una sola reforma de las vitales. Para eludir descender al albero, la ministra de Hacienda argumentó problemas técnicos de las 2.000 páginas del plan de recuperación que el Gobierno deberá subir hasta el 30 de abril a una plataforma habilitada a tal efecto por la Comisión Europea, que dispondrá de dos meses para dar o no su visto bueno a los diferentes planes de recuperación de los socios comunitarios.
Sin mayor explicación, emplazó a la Prensa y, por ende, a la sociedad española en su conjunto a conocer la concreción de este milagroso plan, que, sin duda, exigirá al contribuyente apretarse el cinturón una vez más, a días venideros, en los que confió en que los ministros afectados por los fondos tengan a bien, si así se demanda, exponer los detalles de su Departamento relacionados con los fondos europeos. Mientras, los titulares de las carteras deciden, el Gobierno no va esperar a que Bruselas dé su visto bueno a este Plan de Recuperación. De hecho, ya ha repartido con cargo a los fondos europeos 2.000 millones a los entes territoriales y ayer bendijo con fondos europeos un proyecto para la modernización de la Justicia.