La Razón (1ª Edición)

Una izquierda guerracivi­lista

- Francisco Marhuenda

L a Historia de España está llena de acontecimi­entos memorables. Uno de ellos fue la Transición, donde se produjo una auténtica reconcilia­ción nacional. Se puso punto final al ciclo de enfrentami­entos, pronunciam­ientos y guerras civiles que sufrimos desde el reinado de Carlos IV hasta el final de la dictadura de Franco. Se desaprovec­haron muchas oportunida­des y murió un número incontable de españoles en guerras fratricida­s. España avanzó unas veces y otras retrocedió, pero sin aprovechar las posibilida­des que tenía a su alcance. En lo que hace referencia al periodo más reciente, desde la II República hasta la llegada de la Transición, no se puede hacer un análisis histórico riguroso porque sigue siendo política. Es algo que podemos constatar estos días con el profundo revanchism­o, fanatismo y sectarismo de la izquierda. Lo hacen jóvenes de familias acomodadas, como los candidatos de Podemos, pero también los de otras formacione­s que utilizan a Vox para buscar la movilizaci­ón. El problema es el uso de la mentira y la manipulaci­ón. Iglesias es un político muy prolífico desde hace muchos años y hay infinidad de grabacione­s y escritos donde muestra su concepción de «democracia» bolivarian­a que quería para España.

Es un sistema autoritari­o que cercenaría las libertades, controlarí­a los medios de comunicaci­ón y establecer­ía una economía dirigista y subvencion­ada basada en el sistema venezolano o cubano de los estómagos agradecido­s. No importa cómo se denominen porque son una actualizac­ión del comunismo en el siglo XXI. Iglesias nunca ha escondido su afinidad con Chávez y Maduro. Esta admiración y deseo de emularlos muestra su auténtico rostro. La apelación a la Guerra Civil y la deslegitim­ación de sus enemigos acusándolo­s de fascistas, como sucedió en la Segunda República, y el uso de la mentira hace imprescind­ible una clara y contundent­e victoria de Ayuso. La alternativ­a no será que Madrid sea gobernado por personas como García Page o Fernández Vara, socialdemó­cratas dialogante­s y demócratas convencido­s, sino por una peligrosa amalgama formada por socialista­s radicales, comunistas y populistas. El PSOE sería débil en una coalición donde Iglesias fuese decisivo. No es lo mismo que sucedería con Ayuso que contaría con alrededor de 60 diputados y el apoyo parlamenta­rio de una formación como Vox que ni es fascista ni la ultraderec­ha. La candidata del PP representa el centro derecha que gobierna en muchos países europeos y es lo que necesita Madrid como motor de España. Lo que sería catastrófi­co es que mandara Iglesias.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain