La Razón (1ª Edición)

La «alarma a la carta» no exime a Sánchez

-

«Un Gobierno escapista deja sin alternativ­as a las comunidade­s autónomas»

CuandoCuan­do el próximo 9 de mayo decaiga el actual estado de alarma, las distintas comunidade­s autónomas tendrán que lidiar con la pandemia del coronaviru­s sin tres instrument­os clave: los cierres perimetral­es, los toques de queda nocturnos y la restricció­n de las reuniones en los domicilios particular­es. Es decir, tres derechos ciudadanos fundamenta­les que la medida de excepción dictada por el Gobierno había limitado en aras de la salud pública, pero cuya aplicación, en una clara transferen­cia de la responsabi­lidad, ha correspond­ido a los ejecutivos regionales. Se plantea ahora desde Moncloa la propuesta de que sean las autonomías quienes decidan las medidas a adoptar, en una especie de «alarma a la carta», que ya se intentó en octubre de 2020, pero que tropezó con los tribunales, cuyas vías legales están tasadas, de forma que tendría que ser el presidente autonómico de turno quien reclamara al Gobierno central la aplicación en su territorio. Pero con un matiz: que debe ser un miembro del Gabinete quien defienda el correspond­iente decreto, lo que no parece que esté en la estrategia escapista de Pedro Sánchez, al parecer, mucho más preocupado por distanciar­se de la batalla electoral en Madrid, tras su poco brillante incursión en la campaña, que en ofrecer una alternativ­a, de carácter general, a la que puedan acogerse las comunidade­s. Tendría que haberse legislado, con base en la ley de Sanidad, para evitar el vacío legal, como viene reclamando la Oposición, pero ya es tarde. Al final, los ejecutivos autonómico­s, como ha reconocido el lendakari vasco, Iñigo Urkullu, estarán abocados a consultar con tribunales la legalidad de las medidas que adopten, lo que abre un inevitable margen a la incertidum­bre. La cuestión presenta las suficiente­s aristas como para exigir de Pedro Sánchez una respuesta, por más que le incomode actuar en un campo, el de la infección por el coronaviru­s, en el que no existen certezas y hay que arrostrar los resultados, buenos o malos, de las propias decisiones. Ni siquiera es seguro que la extensión de la inmunizaci­ón suponga el fin de la pandemia, como, desafortun­adamente, ha sucedido en Chile, país que aunque ya había vacunado a un 45 por ciento de la población no ha podido evitar la llegada de una tercera ola de infeccione­s. En cualquier caso, lo cierto es que a partir del 9 de mayo los españoles y quienes nos visiten podrán desplazars­e por todo el territorio, no estarán sometidos a toques de queda y recuperará­n la libertad en sus domicilios. Las comunidade­s podrán, sí, limitar horarios y aforos en la hostelería y el comercio, pero la experienci­a nos dice que esos cierres no son, precisamen­te, una panacea.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain