El empleo no mejorará los datos precovid pese al «dopaje» de la UE
Sin los 72.000 millones europeos no generaría ni la mitad de los puestos prepandemia
España, inmersa en una crisis económica sin precedentes, ha vinculado su futuro más inmediato y su salida del túnel de manera inexorable a la llegada de los fondos europeos, que se espera como maná caído del cielo que salve a los españoles de la destrucción de empleo y de las colas del hambre. El propio presidente del Gobierno los considera como una «gran oportunidad» que sólo sucede en contadas ocasiones en un siglo. A su juicio, España ha tenido la fortuna de tropezarse con tres grandes hitos en los último cien años: la II República, la entrada en la Unión Europea y la llegada de 72.000 millones a fondo perdido que le corresponden del rescate postcovid que prepara Bruselas por importe de 754.000 millones. Además, podrá acceder a otros 70.000 millones vía créditos y, por tanto, a devolver. Pero ¿realmente solucionarán algo a un país, como España, cuya economía se halla en la UCI con un pulso débil? Según los cálculos del Gabinete de Sánchez, gracias a la inyección de capital de 72.000 millones que se recibirá se creará 800.000 nuevos puestos de trabajo en el período 2021-2023.
A esos nuevos empleos habrá que sumar otra cifra similar para obtener el montante total de nuevos puestos que el Gobierno estima se generarán en esos tres ejercicios. En concreto, entre este año y hasta final de 2023 está previsto se creen aproximadamente 1,5 millones de empleos. Esta cifra es el resultado de realizar la proyección con el incremento de empleo en esos tres años previsto en valor relativo por el Departamento de Economía en relación al número de población ocupada. En su revisión de previsiones el pasado 9 de abril, Nadia Calviño estimó un alza de puestos en 2021, 2022 y 2023 del 4%, del 2,7% y del 1,1%, respectivamente. No obstante, fuentes oficiales aseguran a este diario que «no hay ahora mismo» otra cifra en valor absoluto diferente a la de los 800.000 puestos asociados a la inversión de la ayuda europea.
Según estas proyecciones, la media del ritmo de creación anual de empleo se situará en 514.744 puestos, frente a una media anual de 489.370 empleos en la etapa precovid a partir de 2014, fecha en la que se dejó de destruir empleo por primera vez desde la anterior crisis económica que azotó al país y que se inició en 2008, hasta 2019, el último año antes de la irrupción de la pandemia del coronavirus. En este escenario, España necesita ahora de un mayor esfuerzo inversor para poder salir adelante y generar el mismo número de puestos de trabajo que en la etapa postcrisis anterior. De hecho, sin los 72.000 millones de euros de salvavidas de Bruselas, nuestra economía sería incapaz de alcanzar esa cifra.
Muy al contrario, sin estar anestesiada por este auxilio europeo, el ritmo de crecimiento de nuevos empleos sería algo menos de la mitad al generado en la época precovid. A duras penas el
Antes del virus España creaba una media de medio millón de empleos anuales, casi igual que la previsión hasta 2023
mercado laboral se reactivaría con una media de nuevos empleos de 248.078, descontados los 800.000 que el Ejecutivo calcula que se generarán en tres años, al calor de los fondos europeos. Un ritmo, desde luego, insuficiente para absorber la masiva destrucción de puestos de trabajo causada por la actual crisis económica, sin contar con que esta recesión ha colocado de golpe en nuestro país a un millón de personas más en el umbral de la pobreza. La tendencia de generación de empleo, según el cuadro macroeconómico de Calviño, sufrirá un frenazo en 2024. En esa fecha, pasará de registrar un alza del 4% en 2021 a un leve aumento del 0,9%, lo que traducido a números absolutos supondrá una creación de ni tan siquiera 200.00 puestos de trabajo. Esta evolución demuestra los serios problemas que afronta España para salir del túnel.