Un plan, ¿qué plan?

Tantas veces había anunciado Sánchez el Plan de Recuperación que España iba a enviar a Bruselas que, cuando se ha aprobado por parte del Gobierno, se ha despachado el asunto con unas cuantas palabras y nos hemos quedado con las ganas de saber en qué consiste el citado plan. De este instrumento depende el que lleguen a nuestro país esos 140.000 millones de euros, una parte en ayudas y otra en créditos, a lo largo de los próximos años, con el objetivo de intentar que se recupere nuestra economía de la pandemia que nos azota. Que vengan esos fondos es un problema, primero, de tiempo, y, luego, de las condiciones que nos impongan, como una serie de reformas.

Hace ya más de nueve meses que los jefes de Estado y de Gobierno alcanzaron el acuerdo sobre el dichoso plan y todavía no se ha visto un euro. La rapidez con la que se quería poner en marcha ha brillado por su ausencia, hasta tal punto que los Estados miembros de la UE (Alemania, Francia, Italia y España) han pedido hace unas horas más agilidad en su ejecución para no quedarnos atrás frente a otros países como Estados Unidos y China. Mientras tanto, y echando un vistazo a lo que sucede a nuestro alrededor, resulta que entre las medidas anunciadas por los Gobiernos de París y Roma brillan con luz propia los anuncios de bajadas de impuestos como fórmulas para que la economía se recupere. Aquí, en España, el Ejecutivo de Sánchez juega justamente a todo lo contrario, es decir, amenaza con incrementar impuestos, tasas y gravámenes diversos. No parece que sea lo más recomendable visto lo que hacen a nuestro alrededor. Habrá que esperar a conocer el Plan de nuestro Gobierno para ver cual es su contenido y a ver lo que dicen en Bruselas al respecto. De momento, solo sabemos que Sánchez, Calviño y cía tienen un plan, pero desconocemos qué plan es.