La revolución de los sábados
Habrá carreras al esprint para determinar el orden de salida
La Fórmula 1 se debate estos días entre puristas y progresistas. Los cambios en las carreras son siempre recibidos con ciertas reservas y lo que anunció esta semana la FIA ha provocado muchos comentarios, a favor y en contra. El origen de esta pequeña revolución en el formato del fin de semana tiene su origen en la marcha del creador de la actual F1,
Bernie Ecclestone, y la entrada, en 2017, de Liberty Media, empresa americana especializada en eventos y derechos deportivos. La inversión económica fue monstruosa y pronto quisieron cambiar algunas normas para aumentar el espectáculo y hacer más atractiva la Fórmula 1, que para el concepto americano del show había caído en el aburrimiento. Pero Chase Carey, el responsable de Liberty en la F1 encontró muchas dificultades para realizar estas modificaciones.
Las tradiciones de este deporte están muy arraigadas y las escuderías mandan mucho. Sin embargo, la crisis económica y sanitaria y el hecho de que muchos equipos «han visto las orejas al lobo» ha producido el cambio (estructuras como Mclaren han tenido que vender su sede y realquilarla al nuevo propietario). Y como no podía ser de otra manera, el cambio ha llegado en forma de más pasta a repartir. Nada que no arregle el dinero en este deporte. De momento, en 2021, se considera una prueba que se producirá en tres Grandes Premios, previsiblemente, en Reino Unido, Italia y Brasil.
El formato de carrera quedaría de la siguiente manera: El viernes se celebrará una sesión de clasificación como la que conocemos ahora, con tres fases, Q1, Q2 y Q3 y el resultado servirá para formar una parrilla de salida de una mini carrera que se disputará el sábado. El resultado de esta prueba al esprint servirá para formar el orden de salida del Gran Premio de los domingos.
La carrera al esprint del sábado tendrá una distancia de unos 100 kilómetros, lo que supone unas 20 vueltas en circuitos como Silverstone, apenas 25 minutos de pelea y dándolo todo desde el principio. Sin margen para las estrategias, ni paradas en boxes ni nada parecido. Todo para favorecer el cuerpo a cuerpo, a igualdad de neumáticos y las escuderías haciendo valer órdenes de equipo y teniendo a sus dos pilotos pugnando para obtener el mejor puesto de salida. Además, las tres primeras posiciones sumarán 3, 2 y 1 punto respectivamente respectivamente para la general del Mundial. Con este cambio en el formato, la FIA y Liberty Media buscan que el público se «enganche» más a la F1. Los puristas lo consideran un «sacrilegio» y otros lo ven con buenos ojos porque esa mini carrera puede resultar bestial, incluso mejor que el asalto del domingo con una duración cercana a las dos horas como ha ocurrido en los más de 60 años de la Fórmula 1. Esto es una prueba que, a priori, tiene todas las posibilidades de triunfar y si, finalmente lo hace, en 2022 se quedaría este formato en todas las citas del calendario. Esto fomentará la agresividad en las mini carreras frente al conservadurismo habitual en los Grandes Premios y dará mayor ventaja a los mejores pilotos, capaces de adaptarse a la prueba del sábado y también a la del domingo, porque habrá que trabajar mucho en las sesiones libres para obtener una buena configuración en el coche para los dos asaltos del fin de semana.
Desde la organización insisten en no llamarlo «Carrera 1» como ocurre por ejemplo en la F2 o la F3, donde sí hay dos pruebas por fin de semana. No habrá ceremonia de podio y quien resulte vencedor será considerado el autor de la «pole», tal y como ocurre actualmente los sábados. A nivel de pilotaje entraña ciertos riesgos porque sufrir un fuerte accidente en el asalto del sábado puede traducirse en quedar eliminado de la prueba del domingo. El equipo de mecánicos debería trabajar toda la noche para rehacer el coche, aunque en algunos casos, sobre todo si existen daños estructurales en el chasis, podría complicarse la participación. ¿Tendrán mejores audiencias las carreras de los sábados? ¿Se imaginan un Madridbarça que sólo durara diez minutos? Todo sería más vibrante, «a lo loco». La F1 quiere experimentar e intentarlo. Después de tres años comercializando este deporte, la influencia americana empieza a notarse.