Isabel II reaparece en Westminster
Johnson se marca como objetivo la «recuperación nacional» tras la covid
Boris Johnson se ha marcado como prioridad para el nuevo curso legislativo «la recuperación nacional de la pandemia» para que Reino Unido sea «más fuerte, más sano y más próspero que antes». Dieciséis meses después de su aplastante victoria en las últimas generales –y con tres confinamientos de por medio– el «premier» pudo presentar finalmente ayer sus propuestas legislativas para el próximo año a través del llamado Discurso de la Reina, una de las citas más importantes de Westminster.
La ceremonia, en la que la monarca Isabel II como jefa de Estado lee las propuestas del Ejecutivo británico, está cargada de pompa y boato con tradiciones que se remontan al siglo XVII. Pero este año hubo algunas variaciones por las restricciones sociales que aún siguen vigentes ante el coronavirus. Debido al perfil bajo de la cita, en lugar de lucir la corona y vestir el tradicional manto de armiño, la soberana, de 95 años, optó por un traje malva. Se trató de su primer gran acto público tras la muerte de del duque de Edimburgo el pasado mes de abril.
Aunque fue el primer Discurso de la Reina en la era post Brexit, era de esperar que la crisis sanitaria marcara la agenda. En cualquier caso, Boris Johnson recibió grandes críticas por parte de sus propias filas al no presentar una normativa específica sobre la reforma de la asistencia social. Y ya no solo porque ha sido una de las cuestiones protagonistas a lo largo de la pandemia del coronavirus, sino porque es un problema que en Reino Unido viene de lejos, ya que muchas personas mayores se ven ahora obligadas a vender su vivienda para poder afrontar los gastos.
Cuando asumió el liderazgo del Partido Conservador en julio de 2019, Boris Johnson aseguró entonces que tenía un plan listo para su promulgación. Pero el Discurso de la Reina tan solo mencionó que «se presentarán propuestas sobre la reforma de la asistencia social», sin concretar una normativa.
Reforma de la asistencia social
Los detalles adicionales siguen siendo escasos, causando frustración entre figuras de gran peso de las propias filas «tories». «Este debía ser el año de la acción y decisión, en lugar de seguir aplazando las cosas», señaló Damian Green, quien fuera viceprimer ministro en gobiernos anteriores. Por su parte, Jeremy Hunt, el ex ministro de Sanidad con Theresa May, recalcó: «Es una preocupación increíble para la población. Es una lotería. No sabes si te va a tocar a ti. Creo que en una sociedad civilizada deberíamos encontrar una manera de evitar esta preocupación a los ciudadanos».
En el posterior debate en la Cámara de los Comunes, el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, también dijo que era «inaudito» no haber presentado una legislación concreta al respecto. En cualquier caso, el líder laborista no se encontraba ayer en la posición más fuerte para criticar al primer ministro. El liderazgo del laborista atraviesa uno de los momentos más delicados tras haber cosechado malos resultados en las elecciones locales de la semana pasada y haber perdido a manos de los «tories» el distrito de Hartlepool, emblemático feudo del Muro Rojo del norte de Inglaterra.
En las generales de 2019, muchos de los distritos euroescépticos del norte abandonaron ya al laborismo por los conservadores, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, para asegurarse de la ejecución del Brexit. Para mantener ahora el apoyo de este electorado, Johnson promete el llamado «levelling-up», es decir, equilibrar al país y acabar con las diferencias económicas entre norte y sur.
Sin embargo, en el Discurso de la Reina tampoco se ofrecieron muchos detalles sobre cómo desarrollará ahora la estrategia. «Mi Gobierno igualará las oportunidades en todos los lugares de Reino Unido, respaldando los empleos, los negocios y el crecimiento económico, y abordará el impacto de la pandemia en los servicios públicos», se limitó a decir la soberana.