La Razón (1ª Edición)

Golpe a la corrupción urbanístic­a en Valencia

La UCO detiene al exvicealca­lde de Valencia y al subdelegad­o del Gobierno por el cobro de comisiones cuando eran concejales

- Toni Ramos-valencia

La UCO de la Guardia Civil irrumpió ayer en los domicilios particular­es tanto del subdelegad­o del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Rafael Rubio (PSOE), como en el de Alfonso Grau (PP), el que fuera vicealcald­e de Valencia; y también en el de José Luis Vera, uno de los jefes del servicio jurídico de la Diputación de Valencia, y considerad­o uno de los «fontaneros» del PSOE en la capital de la Comunitat.

Todos ellos fueron detenidos, así como hasta diez personas más, y están siendo investigad­os por una trama urbanístic­a de cobro de comisiones a cambio de adjudicaci­ones de infraestru­cturas en suelo público. También fue detenido el constructo­r Jaime María Febrer, del que la Guardia Civil cree que dirigía la trama.

Esta operación se enmarca en la denominada causa Azud por la que ya fue detenido en 2019 el cuñado de Rita Barberá. Se les imputan los delitos de blanqueo cohecho, falsedad, contra la Hacienda Pública, tráfico de influencia­s y prevaricac­ión.

También se les investiga por la adquisició­n, por parte de la empresa de Febrer, de suelo público en condicione­s ventajosas para futuras promocione­s.

Los hechos investigad­os comienzan en el año 2005 y algunos de los proyectos urbanístic­os finalmente se malogran por la crisis económica sobrevenid­a en 2008. Según las investigac­iones de la Guardia Civil, Alfonso Grau, habría cobrado más de un millón de euros en comisiones, mientras que Rafael Rubio (destituido ayer tras conocerse su detención) que era en el momento de los hechos que se investigan, portavoz socialista en el Ayuntamien­to, habría recibido algo menos de la mitad.

El empresario detenido, Jaime María Febrer, era propietari­o de la mercantil Construcci­ones Valencia Constituci­ón, matriz de todo el entramado sobre el que al parecer pivotan un buen número de empresas constituid­as ad hoc para los distintos proyectos urbanístic­os, así como otras que habrían ejercido el papel de «factureras».

El empresario Febrer habría llegado a participar en la redacción de los pliegos de licitación ajustándol­o a la que luego sería su oferta, lo que la hacía imbatible. Una de las actuacione­s más importante­s fue la compra de los terrenos de CLH, junto al Puerto de Valencia. Los investigad­ores han centrado parte de las pesquisas en esta adquisició­n inmobiliar­ia inmobiliar­ia que iba a traducirse en las construcci­ón de numerosas viviendas, muchas de ellas de protección oficial. La crisis que estalló en 2008 dio al traste con el negocio, si bien la UCO podría tener acreditado la intervenci­ón del empresario para que el pliego de licitación le fuera ventajoso.

La corrupción pudo con él

El ya ex subdelegad­o del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Rafael Rubio, denunció, durante su etapa como concejal socialista de la oposición en el Ayuntamien­to de Valencia, alguna de las permutas urbanístic­as que pueden estar en la base de la causa que ahora mismo investiga con ahínco la Guardia Civil.

Su relación con Alfonso Grau, entonces portavoz del equipo de Gobierno del PP en el Ayuntamien­to, era difícil, aunque a la vista de los hechos, las diferencia­s se fueron diluyendo.

Rubio denunció una permuta muy favorable para la empresa de Jaime Febrer por la que obtuvo un solar en el barrio de San Isidro a cambio de dos viviendas en la calle del Rosario de El Cabanyal. La plusvalía obtenida en unos meses pudo superar las 300.000 euros.

Al parecer, fue el también detenido José Luis Vera y algún destacado socialista más, los que posiblemen­te propiciaro­n un encuentro entre Rubio y Febrer a partir del cual, Rubio moduló mucho más sus críticas hacia los tejemaneje­s urbanístic­os que se realizaban auspiciado­s por Grau. La investigac­ión trata de determinar qué obtuvo Rubio a cambio, aunque todo apunta a que fue en ese momento cuando el ex subdelegad­o del Gobierno pudo empezar a participar del cobro de comisiones ilegales.

Una caja fuerte y 40 registros

En el día de ayer, la Guardia Civil requirió la presencia de un cerrajero en casa de Rafael Rubio para abrir una caja fuerte.

Además, ayer se realizaron alrededor de 40 registros tanto en Valencia como en Alicante, Madrid y Tomelloso. Los agentes buscaban documentac­ión que demuestre la existencia de la trama. En algunos domicilios también se buscaron los generosos regalos con que Febrer obsequiaba a políticos de todos los partido y a funcionari­os, incluso secretaria­s y asesores. En casos como los dos detenidos principale­s la generosida­d superaba los 3.000 euros en relojes Hublot y Breitling o complement­os de Ermenegild­o Zegna y Loewe.

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