España suspende en el reciclaje de sus residuos
Más de un 50% de la basura llega al vertedero sin tratar. El anteproyecto de ley de residuos pone el foco en algunos que poco o nada se reciclan, como la fracción orgánica o el textil. También pone coto al plástico cuyo uso además ha crecido con la pandem
En España el 53% de la basura termina en el vertedero sin ningún tipo de valorización. Esta es la última información hecha pública por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y corresponde a 2018. Respecto al año anterior poco ha cambiado. En cualquier caso nos quedamos lejos de cumplir con las normativas europeas y con las propias normas españolas que fijaban un objetivo de reciclado del 50% para 2020. A esto hay que sumarle la pandemia. Ya durante las primeras semanas de confinamiento, Ecoembes afirmabahaber notado un incremento del 15% en lo que se deposita en el cubo amarillo. Habrá que ver en las próximas ediciones de este informe del Miteco qué ha sucedido durante la crisis sanitaria con los diferentes residuos y su gestión.
Amén de esto, las directivas comunitarias y el anteproyecto de ley de residuos (en avanzado estado de tramitación) establecen objetivos muy ambiciosos respecto de las basura. El Gobierno quiere que para 2025, el 55% de los residuos se recicle o reutilice. En 2030, el 60%, yen 2035, el 65%. Todo para adecuarse al marco regulatorio común que establece un 10% máximo de restos en vertedero para cada país en 2035. «Cada año llegan a vertedero directamente de los camiones tres millones de toneladas de restos. Además de un claro incumplimiento de las normativas, se ve que estamos un poco estancados. Sin embargo, la tasa de reciclaje hay que mirarla con prudencia. En la foto de Eurostat, España sale mal, pero ocurre que nosotros no incluimos los datos de gestión privada en las estadísticas. Eso es en torno a un 10% de los 22 millones de residuos municipales que se gestionan cada año», dice Ángel Fernández Homar, presidente de la Fundación para la Economía Circular.
El organismo que él preside acaba de publicar el «Diagnóstico y escenarios de cumplimiento de los objetivos de residuos municipales 2025, 2030-2035. Cómo cumplir los objetivos sin morir en el intento», una nueva versión de un estudio que ya sacaron en 2014 y que concluye con una serie de medidas (muchas iguales) para mejorar los ratios. Las propuestas van desde la economía circular, el ecodiseño o el consumo, a la mejora de la recogida selectiva municipal, sobre todo de ciertos residuos que todavía no cuentan con ella de forma generalizada como el textil o la orgánica.
El anteproyecto de ley, de hecho, fija su atención en estos residuos clave.
ORGÁNICA Y CUBO MARRÓN
Hasta el 40% de la basura urbana es orgánica y podría servir para fabricar compost para el cultivo. Sin embargo, en España a día de hoy solo se composta un 17% de estos restos. Y además, de estos 3,8 millones de toneladas de residuos, solo 500.000 procedían en 2018 de la recogida selectiva de materia orgánica, mientras que 3,3 millones fueron residuos procedentes de la recogida en masa. «Parte del orgánico se encuentra con el resto de basura en el contenedor naranja, pero al que se consigue sacar de aquí a través de separación manual en plantas intermedias no se le puede considerar abono orgánico. Es bioestabilizado y Europa no permite contabilizarlo como resto para uso en cultivo. Para sector agrícola se necesita abono de gran calidad y no contaminado. En una bolsa en la que se tiran restos orgánicos junto a todo lo demás, no hay garantías de que esto no suceda», puntualiza Fernández.
En este caso, lo que establece el anteproyecto de ley es que todos los municipios de más de 5.000 habitantes tengan antes de 2022 recogida separada de los biorresiduos y los de menos de 5.000 habitantes en 2024. Todo un reto si se tiene en cuenta que a día de hoy la única Comunidad Autónoel