La Razón (1ª Edición)

Mal de muchos, consuelo de pocos

- Joaquín Zapata

CadaCada generación en-frenta en-frenta sus propios desafíos. La nuestra no es una excepción. La cultura de masas nos dice qué apreciar y en qué medida. Una gestión de nuestra atención que supone un planteamie­nto có-modo, có-modo, pero extraordin­ariamente peligroso debido a su uniformi-dad. uniformi-dad. A este contexto, debemos sumarle nuestro propio rumbo. Principios que pueden asaltar-nos asaltar-nos por sorpresa, fidelidad a un propósito concreto, educación recibida por un maestro a edad temprana. Ahí va un ejemplo: apenas habiéndome afeitado por primera vez, un amigo de la familia, autonombra­do mi pri-mer pri-mer marchante, logró concertar cita con un supuesto coleccioni­s-ta coleccioni­s-ta local:

–Me informan que han venido porque quieren vender algunos cuadros –dijo el posible mecenas nada más vernos entrar–. –Siento haber entendido mal –respondió mi representa­nte– creí que usted había menciona-do menciona-do que los quería comprar.

Todavía intento comprender lo que pasó. Salí como entré con mis cuadros bajo el brazo y una duda existencia­l más. Comparto con usted otras enseñanzas. «El dinero en el mundo del arte, Joa-quín, Joa-quín, se consigue con la venta de la habilidad. Nunca, jamás, ven-das ven-das tu sensibilid­ad». «El dinero es como el salvavidas que se lan-za lan-za al nadador cuando ya ha ga-nado ga-nado la orilla, sano y salvo». «El dinero conseguirá que no pin-tes». pin-tes». «No aceptes reconocimi­en-tos. reconocimi­en-tos. Premiarte por pintar es como darle un premio a un árbol por ser un árbol». «Tú tranquilo, mientras yo esté contigo no lo conseguirá­n». «Las variables que te distraerán son infinitas…». Nunca se lo dije, pero para mí el infinito comienza a partir de mil euros y cobrar. He cumplido or-gullosamen­te or-gullosamen­te cada uno de los consejos garantizan­do honor y precarieda­d. Aprovecho la opor-tunidad opor-tunidad para desmentir el rumor de que mi primer matrimonio fuese por dinero. Quien pudo casarse por dinero, precisamen-te precisamen-te porque lo tenía, fue ella. Eso hizo que aceptara sin dudar.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain