La Razón (1ª Edición)

Escribir a mano: lo que la pantalla le oculta al cerebro

► La ciencia lo confirma: usar lápiz y boli favorece una mayor conectivid­ad cerebral

- Juan Scaliter.

CasiCasi cuatro millones de años atrás nació una de las mujeres más importante­s de la his-toria his-toria de la humanidad. Llegó a vivir apenas 20 años, pesa-ba pesa-ba menos de 30 kilos y caminaba por lo que hoy es Etiopía. No sabemos sabemos a qué se dedicaba, ni siquiera su apellido, pero sí su nombre:

Lucy. Lo que ha hecho famosa a esta australopi­teca es que, si bien tenía el cráneo de un tamaño comparable comparable al de un chimpancé, Lucy se desplazaba sobre sus miembros posteriore­s, caminaba erguida, lo que muestra que estaba evoluciona­ndo evoluciona­ndo hacia la hominizaci­ón, el enlace con los homínidos en los que nos hemos convertido. Y, en el sendero por caminar erguida, Lucy se distinguió por una particular­idad: particular­idad: al hacerlo sus manos quedaban quedaban libres. Durante los siguientes millones de años la mayor evolución evolución no se produjo en la pelvis, la columna o las rodillas, sino en el cerebro y en su conexión con las manos. Estas comenzaron a mostrar mostrar una precisión exquisita para fabricar herramient­as y, por extraño extraño que pueda parecer, también para dar forma al lenguaje.

De acuerdo con un estudio publicado publicado en 2019 y liderado por Adrien Meguerditc­hian, primatólog­o primatólog­o de la Universida­d de Marsella, los gestos de las manos permitiero­n que el lenguaje evoluciona­ra dando dando a los objetos y a las acciones la representa­ción necesaria para que surgiera la sintaxis.

El equipo de Meguerditc­hian no solo analizó a humanos sino a otros primates para descubrir el uso de lenguajes de signos y demostró que muchos de ellos tienen más de 100 signos distintos para objetos cotidianos. cotidianos. El vínculo entre mano y cerebro es uno de los mayores disparador­es disparador­es de la evolución si lo pen

samos en profundida­d. Quizás la frase clave sea la que escribió la experta experta en psicología evolutiva Virginia Virginia Berninger en su libro Alfabetiza­ción Alfabetiza­ción del cerebro para educadores y psicólogos: «Usamos nuestras manos para acceder a nuestros pensamient­os».

Y un ejemplo del peso que tienen nuestras manos es que, a nivel cerebral, cerebral, es muy diferente lo que hacen hacen con un teclado y lo que hacen con lápiz y papel. Para la mayoría de nosotros basta con unos meses de práctica para que la mecanograf­ía mecanograf­ía se vuelve automática. Sin embargo, embargo, aprender las geometrías precisas que componen los caracteres caracteres escritos a mano lleva años.

Y no se trata solo de cuándo aprendemos a escribir, también se ha visto en adultos. Un estudio de Marieke Longcamp, neurocient­ífica neurocient­ífica de la Universida­d de Maastricht, entrenó a niños que aún estaban aprendiend­o el alfabeto para escribir escribir letras a mano y reconocier­on las letras más fácilmente que cuando ella les mostró las teclas. Cuando probó esto en adultos, enseñándol­es enseñándol­es a escribir a mano o mecanograf­iar mecanograf­iar letras bengalíes desconocid­as, los resultados a corto plazo eran muy similares. Pero una semana después ya había diferencia­s importante­s: importante­s: quienes aprendiero­n a escribir las letras a mano recordaban recordaban mucho mejor.

El valor de la cursiva

En el estudio, Longcamp señala que esta diferencia se debe a la actividad actividad motora que desencaden­a ver letras escritas a mano. Escribir y luego leer un carácter que hemos dibujado activa instruccio­nes neurológic­as neurológic­as que nuestro cerebro archiva, archiva, «esta memoria no existe en el teclado», concluye el estudio.

Sí, pero muchas personas dirán que escribimos con una mano, mientras que, al usar el teclado, usamos ambas. lo que genera una mayor coordinaci­ón y requiere mayor mayor procesamie­nto. Según Yves Guiard, neurocient­ífico cognitivo del CNRS (Centro Nacional para la Investigac­ión Científica de Francia), Francia), la mano dominante, la que escribe a mano, tampoco está sola. La otra mano está constantem­ente trabajando, ajustando sutil y precisamen­te precisamen­te la posición del papel decenas decenas de veces sin que nos demos cuenta. Y es este trabajo coordinado coordinado entre ambas manos lo que hace que nuestra letra sea tan diferente a la de otras personas, tanto como para ser utilizada como prueba en diferentes juicios.

Otro aspecto interesant­e y beneficios­o beneficios­o que ofrece escribir a mano y que a menudo solo vinculamos a escribir en un teclado es la edición y suma de contenido. En un ordenador ordenador podemos copiar y pegar, y agregar multitud de símbolos, pero en un papel la capacidad de hacer agregados laterales, flechas que unen contenido, escribir entre líneas líneas o integrar texto con dibujos es mucho más intuitiva.

Escribir a mano ha demostrado también que los estudiante­s que escriben ensayos de este modo hacen hacen trabajos más extensos, más rápidos y con oraciones más completas completas y complejas. Así lo demuestra demuestra un estudio liderado por Virginia Berninger, profesora de psicología educativa de la Universida­d de Washington, que estudia el desarrollo desarrollo normal de la escritura y las discapacid­ades de la escritura. La única ventaja del teclado era cuando cuando tenían que escribir el alfabeto.

Otro beneficio de la escritura a mano es la letra cursiva frente a la imprenta, algo que en un ordenador ordenador es complejo de conseguir y que contribuye al desarrollo cerebral. Así lo demostró un estudio liderado por Karin James de la Universida­d de Indiana. Al escribir en cursiva, explica el estudio, «el cerebro desarrolla desarrolla una especializ­ación funcional funcional que integra tanto la sensación, el control del movimiento y el pensamient­o. pensamient­o. Para escribir cursiva legible, legible, se necesita un control motor fino sobre los dedos. Hay que prestar prestar atención, y pensar en qué y cómo lo estás haciendo. Los estudios estudios de imágenes cerebrales muestran muestran que la cursiva activa áreas del cerebro que no participar en el mecanograf­iado». mecanograf­iado».

Con toda esta informació­n, llegamos llegamos al último estudio publicado que demuestra la importanci­a de escribir a mano. De acuerdo con un equipo de expertos, liderados por Audrey van der Meer, de la Universida­d Universida­d Noruega de Ciencia y Tecnología, Tecnología, la investigac­ión del cerebro muestra que no es cualquier actividad actividad motora la que facilita el aprendizaj­e, sino que es crucial coordinar con precisión los complejos complejos movimiento­s de la mano mientras se da forma cuidadosam­ente cuidadosam­ente a cada letra cuando se usa un lápiz o un boli. Al parecer, estos provocan diferentes procesos neurológic­os neurológic­os subyacente­s que proporcion­an proporcion­an al cerebro las condicione­s óptimas para aprender y recordar.

Conectivid­ad cerebral

Para descubrir si el proceso de formar formar letras a mano daba como resultado resultado una mayor conectivid­ad cerebral, el equipo de Van der Meer, analizó las redes neuronales involucrad­as involucrad­as en ambos modos de escritura. escritura. Para ello recopilaro­n datos de electroenc­efalograma­s de 36 estudiante­s universita­rios a quienes quienes se les pidió repetidame­nte que escribiera­n o teclearan una palabra que aparecía en una pantalla. El grupo que escribió a mano utilizó un bolígrafo digital para escribir en cursiva directamen­te en una pantalla pantalla táctil, mientras que el otro grupo lo hacía en un teclado usando usando un solo dedo para presionar las teclas. En total los voluntario­s estaban estaban conectados a 256 sensores que medían su actividad cerebral. La conectivid­ad de diferentes regiones regiones del cerebro aumentó cuando los participan­tes escribiero­n a mano, pero no cuando usaban el teclado.

«Nuestros hallazgos –señala van der Meer– sugieren que la informació­n informació­n visual y de movimiento obtenida a través de la mano controlado­s controlado­s con precisión cuando se usa un bolígrafo contribuye en gran medida a los patrones de conectivid­ad conectivid­ad del cerebro y promueve promueve el aprendizaj­e. Demostramo­s que cuando se escribe a mano, los patrones de conectivid­ad cerebral son mucho más elaborados que cuando se escribe en un teclado. Se sabe que una conectivid­ad cerebral cerebral tan extendida es crucial para la formación de la memoria y para codificar nueva informació­n informació­n y, por lo tanto, es beneficios­a para el aprendizaj­e».

«Usamos nuestras manos para acceder a nuestros pensamient­os», dice la psicóloga Berninger

Los alumnos que escriben a mano hacen trabajos más extensos y rápidos, y más complejos

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ALEJANDRO OLEA Escribir con papel y lápiz es fundamenta­l para el desarrollo cognitivo

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